La pelea contra la vida la perdió este 14 de marzo por un infarto fulminante que le sobrevino cuando estaba viendo televisión en su casa, en Crespo, barrio de Cartagena, ciudad que lo vio crecer y hacerse grande entre los grandes, ejemplo de vida y prototipo a seguir para los deportistas de alto rendimiento.

Rodrigo ‘Rocky’ Valdés luchó los últimos años de su vida contra una diabetes que este martes le ganó la pelea de una vida de 70 años llenos de esfuerzo, dedicación, nocáuts, éxitos y derrotas, pero en especial dos duelos que nunca desaparecerán de la memoria boxística colombiana: Carlos Monzón y Bennie Briscoe.

Recordar a ‘Rocky’ Valdés es regresar en el tiempo y revivir esos dos duelos. Al argentino Carlos Monzón nunca le pudo ganar, pero sí fue el único que lo pudo derribar en el cuadrilátero, aunque sin levantar los brazos al final del asalto. Al estadounidense Bennie Briscoe lo derrotó dos veces, cuando parecía invencible.

Fueron dos peleas contra su amigo y verdugo, Carlos Monzón. Las dos en Montecarlo, en las noches de gala del Principado de Mónaco, por eso uno de los últimos recuerdos del ‘Rocky’ fue: “Si hubiéramos peleado en Cartagena, seguro le había ganado”. Lo dijo en un especial al programa Los Informantes, del Canal Caracol.

Monzón era campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), organismo que le propuso en repetidas ocasiones pelear por el título contra el ‘Rocky’ Valdés, pero el argentino se negó a hacerlo y por eso le fue retirado el cinturón, para que lo disputaran dos grandes: La leyenda de Filadelfia, el estadounidense Bennie Briscoe y el colombiano Rodrigo ‘Rocky’ Valdés.

La noche de gala de Montecarlo, el 25 de mayo de 1974, con la presencia del actor de cine Alaín Delón y el Príncipe Rainiero III de Mónaco, enfrentó al ‘Rocky’ contra Briscoe, contra quien había perdido el 1 de septiembre de 1973 el título de los pesos medianos de la Federación Norte Americana de Boxeo.

El ‘Malo’, como se conocía a Briscoe, no soportó el combate y vio la lona en el séptimo asalto, en el que ‘Rocky’ lo derribó por nocáut para consagrarse campeón mundial de peso mediano del CMB, título que defendió con éxito frente a Rudy Valdés, Ramón Méndez, Gratien Tonna y Max Cohen. La quinta defensa fue contra su verdugo: Carlos Monzón.

En el mismo escenario de la pelea contra Briscoe, en otra noche de gala de Montecarlo el 26 de junio de 1976, Monzón aprovechó que el ‘Rocky’ estaba débil mentalmente, pues uno de sus hermanos había sido asesinado el 19 de junio en Colombia, y por decisión el argentino se impuso en 15 asaltos para quedarse con los dos cinturones del peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Al siguiente año, el 30 de julio de 1977, la revancha se dio de nuevo en el Principado de Mónaco, donde el gran ‘Rocky’ se dio el lujo de ser el segundo pugilista en poner de rodillas a Monzón, aunque al final el argentino se recuperó y por decisión retuvo los títulos mundiales. En Argentina, el diario Clarín recordó que ‘Rocky’ fue “el único que mandó al argentino a la lona en su época de campeón del mundo”.

Ese mismo año, Monzón anunció su prematuro retiro, por eso la AMB y el CMB acordaron que la pelea por el doble título debería ser entre Valdés y Briscoe, las dos figuras del peso mediano de la época, ante la ausencia del ‘Gigante’ argentino, quien no permitió otra revancha al ‘Rocky’.

Para el 5 de noviembre de 1977, en Campione, Italia, el combate decidió al nuevo múltiple campeón mundial de pesos medianos de la AMB y el CMB, noche en la que por decisión luego de los 15 asaltos el pescador del Crespo en Cartagena se alzó con su segunda corona múltiple: Campeón mundial de peso mediano del CMB y la AMB.

Luego de esos cuatro épicos combates en dos años, la primera defensa de su segunda corona múltiple la cumplió el 22 de abril de 1978 en San Remo (Italia), contra el argentino Hugo Corro, quien destronó al colombiano y ratificó sus coronas el 11 de noviembre de 1978 en el teatro Luna Park de Argentina.