El seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, intentará vencer por primera vez en su historia a los All Blacks neozelandeses, ya consagrados campeones del Rugby Championship de 2016, en un partido por la quinta fecha del certamen, que se jugará hoy en Buenos Aires.

Con el título en sus manos y también el de campeones mundiales, los hombres de negro buscarán mantener su dominio hegemónico sobre el seleccionado albiceleste, al que vencieron en 22 de los 23 partidos oficiales previos entre ambos, mientras que los argentinos sólo una vez pudieron obtener un empate (21-21), en Buenos Aires, hace más de treinta años.

En el encuentro disputado hace tres semanas en Hamilton (N. Zelanda), los Pumas ofrecieron dura batalla durante casi una hora de acción, pero no pudieron mantener la intensidad en la recta final de un duelo fragoroso, y los neozelandeses se mostraron contundentes en la segunda mitad para ganar por 57-22, con 8 tries anotados por parte de los All Blacks.

Lejos de rendirse ante la adversidad, los argentinos irán una vez más en busca del gran impacto, pero también con la certeza de que se deberá jugar ochenta minutos en un nivel cercano a la perfección para estar a la altura de un adversario dispuesto a facturar cada oportunidad.

“No alcanza con jugar bien 50 o 60 minutos. Ellos juegan los 80 minutos a la misma intensidad, se dan cuenta de todo, te encuentran agujeros, te desgastan mentalmente. Necesitamos crecer y madurar mentalmente para jugar un partido de esta envergadura. Sueño con vencerlos, pero es muy complejo. No es un partido más”, aceptó el ala argentino Juan Manuel Leguizamón.

De su lado, Joaquín Tuculet expresó que “ganarles sería histórico. Siento que cada vez estamos más cerca; por momentos en un nivel parecido, pero es obvio que con eso no nos alcanza. En cualquier momento va a venir. Sueño con ganarles algún día”.

Por el lado argentino, el regreso del hooker y capitán Agustín Creevy es una de las principales novedades, además del ingreso de Ramiro Moyano, las vueltas de Martín Landajo y Guido Petti Pagadizábal.

Buenos Aires | AFP