Cinco medallas de oro, cuatro de plata y dos de bronce, fue el aporte de los deportes de conjunto al medallero general colombiano en los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla-2018, resultados sin precedentes en la historia del deporte olímpico nacional.

Baloncesto, béisbol, fútbol, polo acuático, rugby y voleibol en sus dos modalidades, piso y playa, se reportaron con medallas para la delegación nacional en Barranquilla, con actuaciones que más allá de las preseas generaron la mayor emoción a los aficionados. 

“Lo hecho por los deportes de conjunto fue la nota más destacada y sobresaliente de nuestra participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, porque nunca antes habíamos tenido a los deportes de conjunto disputando algo importante en la historia de estos juegos”, aseguró Baltazar Medina, presidente del Comité Olímpico Colombiano.

La medalla de oro del baloncesto femenino, la primera de toda la historia centroamericana y la única vez que Cuba perdió en todas las ediciones de los juegos, fue tal vez la alegría más grande de todo el Equipo Colombia en la arenosa.

Conjunto de medallas

A las emociones del baloncesto se sumaron las del voleibol, que si bien aportaron dos medallas de plata, los triunfos de las semifinales fueron verdaderas finales que hicieron del Coliseo Sugar Baby Rojas un electrizante escenario, gracias al talento y el coraje de los deportistas en la cancha.

El fútbol también vivió jornadas increíbles en el también renovado estadio Romelio Martínez, en el que la tricolor se subió al primer escalón del podio sin derrotas, con cuatro triunfos y un empate, con una goleada 5-1 sobre Trinidad y Tobago en la fase de grupos y victoria 2-1 sobre Venezuela en la final.

Así como el fútbol, pero en el agua, la Selección Colombia de Polo Acuático también se quedó con el oro, luego de derrotar 12-10 a Cuba en la gran final, tomando revancha de la derrota por el bronce que sufrieron cuatro años atrás en la cita de Veracruz-2014, donde el campeón fue México.

Y el cierre lo dio el rugby en la modalidad de 7 jugadores, el deporte colectivo de mejor rendimiento, porque ganó los dos oros que estaban en juego, con los equipos masculino y femenino. Los hombres derrotaron en la final 21-14 a México y las mujeres se impusieron 20-0 sobre Venezuela.

El béisbol se reportó con una medalla de bronce con el equipo masculino y al voleibol como deporte se sumó la plata de la pareja de Yuli Ayala y Diana Ríos en la modalidad de playa, así como el bronce de Jorge Manjarrés y Johan Murray, para completar el histórico aporte de la Federaciones Deportivas de Conjunto.

Impacto social

Pero más allá de los logros deportivos que brillaron en Barranquilla, el valor agregado de la inversión en el colectivo es el impacto social que genera.

Para nadie es un secreto que el argumento de la dirigencia deportiva para el apoyo a los deportes de conjunto es el presupuesto. Por ejemplo, en deportes individuales un solo atleta puede dar hasta cuatro medallas de oro, como lo logró Isabella Arcila en la natación en Barranquilla, mientras que 10, 12, 14 o 18 deportistas de un equipo solo pelea por una presea dorada, que puede ser plata, bronce o salir en blanco.

Sin embargo, el impacto social que generan los deportes de conjunto no se comparan con el individual, no solo en el efecto del público asistente a los escenarios que llena de emoción con cada gol, cesta, anotación, try o batazo a cientos de asistentes a coliseos y estadios, sino que el impacto va más allá.

Como lo explicó el entrenador brasileño de la Selección Colombia de Baloncesto Femenino, Antonio Rizola: “Siempre defendí que Colombia podría invertir más en los deportes colectivos, pues además de los resultados que podrían surgir, la parte social en el deporte colectivo tiene un papel importante”.

Rizola expresó que “en el deporte colectivo usted trabaja con un grupo de 15 a 20 atletas y la implicación no es solo de un atleta excepcional, como en el deporte individual, además, en el caso de las familias que se involucran y de forma directa o indirecta, son 20 familias que saben que todos tienen importancia dentro de los resultados, unas un poco más, otras un poco menos, pero todas forman parte de un engranaje que solo funciona con sincronismo”.

“Esta implicación se transfiere a la calidad de vida de jóvenes que ven la posibilidad, de no ser un atleta excepcional, poder practicar otros deportes y tener sus satisfacciones deportivas en equipo”, añadió el estratega del equipo ya clasificado a los Juegos Panamericanos de Lima-2019, los únicos junto con la Selección Femenina de Fútbol.

Por su parte, para Luis Miguel Cuenca, el seleccionador nacional femenino de baloncesto “indudablemente los deportes de conjunto en Colombia vienen mejorando, así tengan ese costo elevado para el apoyo, pero es muy importante resaltar que aunque estos deportes no dan muchas medallas, si dan una gran imagen a todo el país”.

Así mismo, para la armadora y mejor jugadora en esa posición en voleibol de los recientes Centroamericanos y del Caribe, la cartagenera María Alejandra Marín, “el impacto que genera el deporte es grandísimo, porque son más de 14 familias que han estado incansablemente apoyándonos para que el voleibol en Colombia crezca, y ver que están siendo beneficiadas porque muchas de nosotras hoy jugamos en el exterior, es algo muy grande”.

“Los logros han llegado como consecuencia del apoyo que nos ha brindado el Comité Olímpico Colombiano en los últimos años, porque ahora nos tienen más en cuenta y sin duda alguna, es gracias a la planificación y ejecución de un programa serio, pero todavía nos hace falta mucho, como tener una liga, la cual permita que jugadoras que no puedan salir del país tengan la oportunidad de seguir jugando en el año”, destacó.

Camino a Lima-2019

Luego de las grandes actuaciones en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, ahora el panorama de ciclo olímpico que sigue está en los Juegos Panamericanos de Lima el próximo año, para los que el proceso de algunos se extenderá y de otros ya no alcanza, pero se proyecta a la próxima Olimpiada.

A la fecha, Colombia tiene dos deportes de conjunto clasificados a Lima-2019, la Selección Colombia Femenina de Fútbol que logró el cupo en la Copa América y la Selección Colombia Femenina de Voleibol, que obtuvo el cupo en el clasificatorio que se disputó en Santo Domingo.

Pero el camino todavía está vivo para varios equipos, pues el equipo masculino de voleibol tiene el clasificatorio finalizando este mes, del 26 de agosto al 3 de septiembre, en Veracruz (México), mientras que el equipo masculino de balonmano, por ser quinto en Barranquilla, tendrá opción en el clasificatorio que tiene fecha y lugar por definir.

Además, el equipo campeón del polo acuático tendrá clasificación a Lima en el mes de octubre, cuando dispute el Suramericano que otorga dos cupos y se llevará a cabo en Perú, sede de los juegos, con firmes opciones y donde deberá luchar el lugar frente a Argentina, Brasil y Venezuela.

Antes de que finalice este 2018 también estará la opción del rugby en la modalidad olímpica de siete jugadores, quienes tienen clasificatorio del 8 al 11 de noviembre en sede por definir, pero a la cita ya tienen cupo por otros eventos Argentina, Chile, Uruguay, Canadá, Estados Unidos y el anfitrión.

El fútbol masculino tendrá su reto del 20 de enero al 12 de febrero del 2019 en Chile, cuando se juegue el Campeonato Suramericano Sub20, que no solo otorga dos cupos para los Panamericanos de Perú, sino que también da dos cupos al Mundial de 2019 y otros dos, más uno de repechaje para los Juegos Olímpicos Tokio-2020.

La nota negativa está en el baloncesto, porque las clasificaciones ya cerraron durante la América Cup de 2017, meses antes de que iniciara el proceso femenino que dio los oros del ciclo olímpico, así que ni en masculino, ni en femenino Colombia podrá estar en Lima-2019.