Croix-Fry, Glières, Romme, Colombière: el pelotón del Tour de Francia ataca los primeros puertos alpinos el martes, al disputarse la décima etapa entre Annecy y Le Grand-Bornand con un recorrido de 158,5 kilómetros.
   
De las cuatro principales dificultades de la jornada, la subida inédita del Glières es la única clasificada fuera de categoría. Sus seis kilómetros son muy inclinados (11,2 %) y se prolongan por un sector empedrado de dos kilómetros, por primera vez en la ronda gala.
   
El sitio histórico, donde se erige el monumento nacional a la Resistencia, recuerda el duro combate del grupo de resistencia de los Maquis durante la Segunda Guerra Mundial.

Ya en ese puerto, restan aún 88 kilómetros de carretera hasta la meta, con una larga transición en un valle para alcanzar los alrededores de Cluses, y luego ascender al puerto de Romme, una pendiente descubierta de forma tardía por el Tour. La subida (8,8 km a 8,9 %) es de primera categoría. La parte final de la carrera tiene al Colombière (7,5 km a 8,5%), antes de la llegada a Le Grand-Bornand, ciudad que acoge una meta del Tour por séptima vez desde 1995.
   
El portugués Rui Costa ha sido el último ganador de una etapa en la estación de Alta Saboya (2.200 habitantes). En 2013, el luso se impuso algunas semanas antes de convertirse en campeón mundial.
   
La largada esta prevista el martes en Annecy y la llegada a Le Grand-Bornand.