Con 16 años de edad, la nortesantandereana María Camila Osorio ya es número cinco del mundo en la categoría Sub18 de la Federación Internacional de Tenis (ITF) y con 2018 y 2019 todavía para competir en este nivel, su principal objetivo es que Colombia llegue por primera vez en la historia al número uno del mundo en cualquier escalafón mundial.

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Es por eso que los triunfos no la conforman y el tener cinco títulos de seis torneos disputados entre febrero y marzo, la llevaron a buscar junto con su familia la idea de seguir potenciando su rendimiento, algo que entendió Colsanitas para contratarla en su histórico equipo y poner al vallecaucano Alejandro Falla como su entrenador personal.

Lleva dos semanas entrenando con Falla, con el objetivo de asimilar de la mejor manera la transición que vivirá entre júnior y profesional este lunes en su debut en el Claro Colsanitas Open de Bogotá, un certamen WTA de la categoría 250, para el que recibió tarjeta de invitación para estar en el cuadro principal.

De las experiencias vividas en la gira por Centro y Suramérica, de tener a Falla como entrenador, de su debut en el Claro Colsanitas Open y de lo que viene, con los Grand Slam Júnior de Roland Garros y Wimbledon en la agenda, la cucuteña e integrante del Programa Talentos Deportivos de Postobón dialogó en exclusiva con Colprensa.

- Luego de varios días de descanso ¿qué análisis hizo de los cinco títulos en seis torneos ITF?

Fue una gira muy positiva, jugué seis torneos, viajé seis semanas y gané cinco, entonces fue algo excelente, que la verdad no tenía pensado, súper agradecida con Dios por esa bendición tan grande, ahora soy cinco del mundo, empecé el año siendo 10 y subir cinco puestos es algo muy bueno, pero la idea es seguir avanzando para llegar al número uno del mundo.

- ¿Físicamente cómo vivió ese mes y medio de actividad constante?

Las primeras dos semanas fue Costa Rica y Barranquilla, donde tuve un dolor en la espalda que me impidió ir a Fed Cup, paré 10 días, traté de entrenar un par de jornadas antes de Paraguay, donde jugué y luego tres torneos en Brasil, es algo bastante difícil, porque son muchos partidos seguidos, pero al final de la gira estuve muy cansada, de hecho me desmayé al final porque mi cuerpo no daba más, pero valió la pena.

- ¿Y técnicamente?

De tanto jugar alcancé a perder algunas cosas, porque ya es solo competir y como las piernas ya no responden, hay que tratar de jugar como sea para que entre la bola, por eso técnicamente se baja un poquito, pero competitivamente crecí mucho.

- ¿Cuál fue el partido más especial?

El último, en el Suramericano, porque jugué la final contra Lourdes, una niña con la que siempre he venido jugando, fue bastante difícil, yo venía muy agotada y estando set abajo saqué el partido adelante, terminé llorando porque no daba más, estaba con calambres y fue una gran alegría.

- ¿Cuál fue el sentimiento tras la derrota que le cortó la racha de partidos ganados?

En parte alivio y tristeza por no seguir, porque todo el mundo estaba pendiente de que llevaba muchos partidos ganados y yo estaba tranquila, pero terminé el partido y me dio mucha rabia y tristeza, pero después fue pensar que venía haciendo las cosas muy bien y al rato me fui para cine.

- ¿Cómo fue el vivir casi los mismos logros con Nicolás Mejía?

Con Nico me la llevo súper bien, somos como hermanos porque tuvimos una época en la que vivimos juntos y vivir esta experiencia los dos es un gran orgullo.

- ¿Qué representa para una tenista juvenil ser cinco del mundo?

Mucho, aunque mi sueño es ser número uno del mundo, esa es mi meta y la idea de la mano de Dios es terminar este año como número uno del mundo, ahora estoy cinco y la idea es seguir jugando, estar en los Grand Slam y seguir sumando puntos.

- Esa gira le dejó el tener ahora a Alejandro Falla como entrenador, ¿cómo es esta nueva etapa?

Para mí es algo súper bueno, súper emocionante, una experiencia totalmente diferente a pesar de que ya he vivido grandes experiencias, porque es alguien que hace muy poco estaba jugando grandes torneos, por eso estoy feliz y con muchas ganas de aprender y de mejorar, pues espero que él con toda la experiencia me pueda ayudar a vivir el tránsito de júnior a profesional.

- ¿Cuáles son las expectativas momentos previos a afrontar el primer cuadro principal de un WTA y por ser en Bogotá?

Muy ansiosa, emocionada porque es la primera vez que voy a jugar un torneo profesional tan grande, pero espero hacer un buen papel, voy a disfrutarlo al máximo, voy a dar lo mejor de mí, vengo jugando bien y espero disfrutarlo y que la gente lo disfrute.

- ¿Cómo se siente jugando en la altura de Bogotá?

Bien, ahora me siento mejor que el año pasado, estos días he entrenado y estoy muy bien, con toda la energía y mentalizada para ganar.

- ¿Cuál es el calendario después del WTA de Bogotá?

La idea es jugar este torneo, entrenar tres semanas aquí para viajar a Europa a jugar unos ITF y profesionales, en Italia y después el Roland Garros Júnior, descanso dos semanas para ir a otro torneo profesional y hacer la parte previa a Wimbledon.