El holandés Steven Kruilswijk (Lotto Jumbo) se ha convertido en favorito número uno del Giro tras su exhibición en la cronoescalada del pasado domingo, y está dispuesto a defender la maglia rosa en una semana con tres finales en alto y puertos de pánico ante rivales como el italiano Vincenzo Nibali, el colombiano Esteban Chaves y el español Alejandro Valverde, quien desde el cuarto puesto de la general anuncia que no se rinde.

Kruilswijk, de 28 años, alto y fornido, no aparenta para nada la imagen liviana del escalador tipo; es más bien un rodador, pero ha superado a todos sus rivales en los puertos y, sobre todo, en la cronoescalada de Alpe di Siusi, que no ganó por centésimas.

Los hechos le colocan como sólido líder con una ventaja apreciable: 2.12 minutos sobre Chaves, 2.51 a Nibali y 3.29 a Valverde.

Diferencias que nos son decisivas, y mucho menos pensando en la semana que se avecina. Las próximas cinco etapas decidirán la carrera rosa, y los guerreros afilaron sus armas en la tercera y última jornada de descanso.

El menú de la semana incluye tres finales en alto: el martes en Andalo, el viernes en Risoul, con el  Agnello (2.744 metros), cima Coppi, por el camino y Sant’Anna di Vinadio y para finalizar el sábado con el Col de Vars, La Bonette (2.715 metros) y La Lombarda, en una jornada corta, de 134 kilómetros, casi la mitad de ellos de ascenso.

Nada tendrán que hacer los velocistas, excepto en la jornada del miércoles y el domingo en la fiesta de Turín.

Si acaso este miércoles en la etapa entre Molveno y Cassano d’Adda, de 196 kilómetros, también apta para aventureros. Sin Kittel, Greipel ni Demare en carrera, los segundos espadas pueden tener opciones.

Hoy martes empieza la traca con un trayecto corto, de 133 kilómetros entre Bressanone y Andalo, final elevado en un puerto de tercera. Por el camino, el Passo della Mendola y Fai della Paganella, ambos de segunda. Será una primera prueba para los favoritos, que afrontarán la jornada más suave de montaña de la semana.

Para este jueves la etapa más larga, con 240 kilómetros de recorrido con final en Pinerolo, un ejercicio de desgaste, de los de más de 6 horas encima de la bicicleta. En el kilómetro 220 se encuentra la cima del Pramartino, de segunda, un puerto corto, 4,5 kilómetros, pero peligroso, con rampas de hasta el 18 por ciento.

Entre el viernes y el sábado se decidirá el Giro de manera definitiva. Dos “etapones” de las que quitan el hipo. Para empezar, el trayecto de 162 kilómetros entre Pinerolo y Risoul incluye el ascenso de 21 kilómetros al Col del Agnello, la Cima Coppi (2.744 metros) y el ascenso final a la meta de Risoul, con 12,8 kms de subida.

Por si quedaran dudas para la foto del podio final, el sábado la última opción, la etapa de “sálvese quien pueda”.

Serán solo 134 kilómetros entre Guillestre y Sant’Anna di Vinadio, pero hay que enfrentarse a tres puertos de primera: Col de Vars, La Bonette (2.715 metros de altitud) y La Lombarda antes de buscar la meta elevada.

Madrid | EFE