El británico Chris Froome, ganador del Tour en 2013, 2015 y 2016, afronta la segunda semana del Tour de Francia como líder, pero no parece dominar tan fácilmente como en sus tres anteriores victorias.
  
El inglés nacido en Kenia hace 32 años ha hecho levantar dudas, y la pérdida de su lugarteniente Geraint Thomas, que abandonó por una caída el domingo cuando iba segundo en la general, dejó a su equipo sin una baza importante.
  
El italiano Fabio Aru, el francés Romain Bardet y el colombiano Rigoberto Urán, están a 18, 51 y 55 segundos respectivamente, los tres a menos de un minuto.
 
Pero esta primera semana de Froome puede ser engañosa. En anteriores victorias comenzaba bien y en la tercera semana se mostraba menos potente.
  
Este año ha corrido menos y ha ganado menos, pero toda su preparación se ha centrado en esa tercera semana que siempre le ha dado más dolores de cabeza.
  
"Este año mi preparación comenzó más lenta. Estoy exactamente donde debo estar", afirmó en junio tras disputar el Dauphiné, que había ganado tres veces antes de lograr el Tour y en la que este año fue cuarto. 
  
Froome, pese a la pérdida de Thomas, sigue teniendo un equipo fuerte. Y en esa fuerza cimentaba sus anteriores victorias en el Tour.
  
"De los nueve ciclistas del Sky, seis pueden estar entre los diez primeros de la general", afirmaba esta semana el ciclista colombiano Esteban Chaves, antes de la pérdida de Thomas.
  
"Hay que tener en cuenta que no es solo él. Tiene un equipo potentísimo", confirmó el español Alberto Contador.
  
Froome, pese a la pérdida de Geraint Thomas, sigue contando con un equipo fuerte, con el colombiano Sergio Henao como su mayor ayuda en montaña.
  
"Perder a Geraint ha sido duro para el equipo. Era clave para ayudarme en las etapas de montaña. Lo vamos a extrañar en el resto de la carrera", afirmó el lunes Froome. 
  
Quintana lo ve peor 

El colombiano Nairo Quintana, que ha perdido muchas posibilidades de cara a luchar por el maillot amarillo tras ceder más de un minuto en la etapa reina del domingo y ser octavo en la general, a dos minutos y trece segundos de Froome, piensa que el inglés no es el mismo de otros años.
  
"Puede ser que Froome esté a un nivel ligeramente inferior a otros años y que las fuerzas estén más parejas", señaló el lunes el colombiano.
  
Pese a no estar tal vez al mismo nivel, Froome se ha quitado de encima a algunos de sus principales rivales como el propio Quintana, Contador, duodécimo en la general a 5 minutos y 15 segundos, y el australiano Richie Porte, que abandonó tras su grave caída del domingo.
  
"Froome ha mostrado que está tan fuerte como otros años y la prueba es que tiene el maillot amarillo. Como siempre, tenemos el máximo respeto por él, pero confiamos en nuestras tácticas", señaló Aru el lunes.
  
Bardet también piensa que Froome sigue siendo el mismo. "Creo que Froome es el mismo que el año pasado, pero yo he mejorado y por eso las diferencias han disminuido entre los dos", afirmó el francés.
  
Charly Mottet, exciclista francés y ahora comentarista de la carrera, que fue vez cuarto en el Tour de Francia de 1991, piensa que Froome puede ser batido este año.
  
"En montaña no ha mostrado que tenga una neta ventaja sobre Aru y Bardet. Está sólido pero se le puede batir.", afirmó Mottet.   
  
Lo que está claro es que los resultados en 2017 de Froome, sin nada destacable, no han sido los mismos que en el pasado.
  
En 2013, llegó al Tour tras haber ganado la Vuelta a Omán, una etapa de la Tirreno-Adriático, el Criterium Internacional, la Vuelta a Romandía y el Criterium del Dauphiné, en 2015 ganó la Vuelta a Andalucía y el Criterium del Dauphiné, mientras que en 2016 se hizo con el Herald Sun Tour, una etapa de la Vuelta a Romandía y el Criterium del Dauphiné.
  
Este año no ha ganado nada, pero con el Tour le basta.