La parálisis del mundo deportivo a consecuencia de la COVID-19 no solo afectó a las competencias profesionales de las distintas disciplinas sino también a todas las fases formativas y recreativas de todos los deportes. 

Cúcuta no es la excepción. Desde el pasado 24 de marzo, día que inició el aislamiento preventivo obligatorio en Colombia, la actividad física grupal quedó prohibida y por lo tanto los entrenadores no pudieron seguir trabajando como tradicionalmente lo hacían en canchas, piscinas, pistas y demás escenarios. 

Esta situación llevó a que se reinventaran utilizando diferentes plataformas digitales para seguir entrenando a niños y jóvenes. Pero este contexto despierta una preocupación mayor a la de reunirse a practicar: la falta de una garantía real de que los clubes y escuelas sigan recibiendo dinero para el sustento de los entrenadores. 

Por lo general, su forma de ingresos se da por medio de un pago mensual, bajo un modelo similar al de una suscripción. Los patrocinios no son tan frecuentes en este grado del deporte. 

Las estrategias de los clubes

Los clubes y las escuelas se amparan a un círculo colaborativo entre sus miembros, reducen los precios de las mensualidades y esperan la acción de los entes municipales y departamentales encargados del deporte. 

Dos casos concretos:  un club de fútbol y uno de patinaje. 

La Masía F.C. es un club que entrena en las canchas de la ciudadela de Juan Atalaya. Su personal consta de 12 entrenadores y tres administrativos.

Atienden a 450 niños inscritos. Esta población de pequeños jugadores es en gran porcentaje de escasos recursos, razón por la cual el club optó por no cobrar más la mensualidad. 

Es así como decidieron iniciar con una campaña llamada ‘Yo apoyo al entrenador de mi hijo’ en la que los padres que pudieran donaban a la institución de cinco mil pesos en adelante con el fin de dar mercados a los entrenadores. Asimismo se hizo una recolecta de alimentos con las que afortunadamente han podido ayudar al personal de La Masía. 

Paola Peña, secretaria del club, afirmó que además se mantienen trabajos virtuales con los chicos no solamente físicos, pues no ven las competencias cercas, sino también lúdicos buscando que los menores se entretengan desde sus casas y no se vean afectados por el encierro. 

Por su parte en el patinaje, los clubes decidieron cobrar todo el mes de marzo y en los meses entrantes la mitad de la mensualidad, puesto que los entrenadores de los diferentes equipos viven de ese ingreso.  

Gerson Zapata, entrenador del club Estrellas en línea que tiene en sus filas a 40 deportistas, contó que determinaron dar la opción a los padres que no puedan pagar, congelar sus pagos. 

“Somos tres entrenadores quienes vivimos de esto. No hemos visto algún apoyo por parte de alguna entidad”, señaló Zapata.

Frente a los trabajos que han venido realizando, el entrenador afirmó que por medio del teletrabajo hacen sus entrenamientos basados en el fortalecimiento a través de modalidades sin patines con duración de una hora y media. 

“Buscamos rutinas para los chicos que no tienen los elementos deportivos. Ellos miran materiales que hay en las casas como ladrillos y barras para cumplir con los trabajos que requerimos. Además continuamos con el seguimiento en la parte técnica y fundamental”, dijo Zapata. 

Otro caso ejemplo es el de la Liga de Judo de Norte de Santander. Su presidenta, Johana Orozco, afirmó que se está haciendo teletrabajo con los 68 judocas que hay en la liga.

“Tenemos tres jornadas de entrenos dos en la mañana y una la tarde para que los chicos que están estudiando puedan hacerlo sin problema. Buscamos que estén activos haciendo los trabajos generales sin bajar las cargas en el sentido de la disciplina. El que no cumpla con lo requerido tendrá su castigo; queremos que estén ocupados”, dijo Orozco.

Un punto a resaltar es que cuentan con el acompañamiento de una psicóloga, quien constantemente está charlando con los deportistas. Asimismo, más allá de los trabajos físicos, también se adjunta tareas de lectura y videos motivacionales. 

Para el sustento de los dos entrenadores, se han basado en el sueldo de uno de ellos, quien está contratado por el Instituto de Deportes de Norte de Santander (Indenorte). También han contado con la solidaridad de dos medallistas que tuvo la liga en los Juegos Nacionales de Bolívar 2019, quienes recibieron hace unos días un reconocimiento económico por sus logros. 

Orozco afirmó también que junto a Lady Manrique, entrenadora de gimnasia rítmica, han gestionado mercados para los diferentes clubes. 

Los aportes de los institutos  

Diego González, director de Indenorte, contó a La Opinión que se han entregado 242 mercados a los deportistas de alto rendimiento con bajos recursos en

el departamento. Igualmente afirmó que junto al Instituto Municipal de Recreación y Deportes (IMRD) fueron entregados 200 mercados a los clubes y escuelas. 

Sobre las ligas, dijo que se alcanzó a contratar a 20 entrenadores para todas las que tienen reconocimiento deportivo.

Por su parte, Arnulfo Sánchez, director del IMRD (Instituto Municipal de Recreación y Deportes), ente a cargo de los 220 clubes deportivos con reconocimiento en Cúcuta, afirmó que han trabajado conjuntamente con Indenorte para llegar a los necesitados. 

Sánchez dijo que propondrá en la EIS Cúcuta y el Acueducto Metropolitano (entidades en las que el IMRD es accionista) que se busque una condenación con Aguas Kpital del servicio de acueducto a las familias de los deportistas y entrenadores. 

Si no es así, pedirá vender las acciones que no le representan nada al IMRD para con ese dinero ayudar a los miembros de los clubes.

Frente al trabajo que han venido adelantando en este tiempo, afirmó que han realizado tres seminarios sobre legislación deportiva, alcanzado a una capacitación de 520 entrenadores y dirigentes deportivos.