La Cúcuta de antaño fue bautizada como ‘la Capital Basquetera de Colombia’. Desde la década de los 50’ y hasta comienzo de los 80’ hubo una gran producción de jugadores que conformaban una temida selección Norte de baloncesto. 

Fueron años dorados en los que Cúcuta estaba en el mapa de la disciplina. Hoy, después de décadas de permanecer olvidado en las academias, este deporte sigue tratando de ser rescatado por los clubes que todavía operan en la ciudad. 

La vena basquetera todavía existe y los jóvenes se interesan por ello, pero la falta de trabajo armónico entre Liga y clubes ha dificultado que ese proceso vuelva a tomar fuerza y se consolide.

Sin embargo, tratando de que esa unión sea una realidad y que todos los baloncestistas de la ciudad hablen el mismo idioma, el club Cúcuta Norte gestionó traer a la ciudad, desde Argentina, a Juan Carlos Pidal, un recorrido y reconocido entrenador avalado por la Fiba (Federación Internacional de Baloncesto) para realizar el I Campus de perfeccionamiento de los fundamentos del baloncesto. 

(El entrenador Juan Carlos Pidal llegó desde Argentina y estará hasta el domingo en la ciudad.)

Apuesta a las raíces

Desde el pasado lunes 10 hasta el próximo domingo 16 de septiembre, 402 niños y niñas (divididos en dos grupos) se reúnen en las canchas del Colegio La Salle para recibir las clases de este experimentado entrenador. 

Pidal hace más de 18 años trabaja fuera de su país enseñando a jugar baloncesto, y después de estar vinculado a clubes de primera división, enfoca su trabajo a fortalecer las condiciones deportivas de los niños.

¿Qué se les está enseñando?

La idea del Campus es enfocarse en los fundamentos, en lo que tiene que conocer –y perfeccionar- todo jugador de baloncesto para ser bueno. Para ello Pidal trabaja elementos como coordinación, equilibrio, pie de pívot, el bote o dribling, el pase, el lanzamiento y la defensa.

A simple vista pareciera un entrenamiento básico, pero es ahí donde está el quid del asunto, pues según Pidal lo que necesitan los deportistas en sus inicios es “estar desarrollados en la psicomotricidad. Eso muchas veces no se trabaja en las escuelas”, explicó. 

Desde su experiencia, el entrenador resaltó que “hay entrenadores que solo piensan en ganar y no en enseñar. Muchas veces los egos no dejan que se avance. Eso también satura a los chicos y los hace abandonar”.

Es por eso que, aunque lleva poco tiempo conviviendo con deportistas y entrenadores, Pidal hizo su análisis del baloncesto en Cúcuta: “la mitad de entrenadores corrige a los pibes y la otra mitad está concentrada hablando con otros (entrenadores). A veces no se presta toda la atención y todos tienen que estar metidos en el ejercicio”. 

Sin embargo, el argentino resaltó el interés de todos por aprender y destacó que, aunque hay mucho trabajo por delante, espera sentar bases claras sobre qué deben trabajar los niños y que esto les sirva para su vida deportiva. “Hay madera para trabajarla, pero es a largo plazo. Ninguno es mago para con una varita mágica sacar un buen jugador de básquet de un día para otro. Es un proceso en el que hay que trabajar más que hablar”, destacó el entrenador.

Por su parte, Nury Mendoza, que es la directora deportiva de Cúcuta Norte, resaltó que “esperamos que se cumpla el ejercicio. Hay que estar en la tónica de corregir para que los niños guarden toda la información posible”.

A su vez, Nury agradeció a las empresas que ayudaron a que se llevara a cabo el Campus: Gobernación de Norte de Santander, el IMRD, la Liga de Baloncesto, el colegio La Salle, leche La Mejor, Hotel Bolívar y Molten – Dismovel; así mismo se mostró agradecida con empresas que hicieron donaciones para balones que se obsequiarán a cada club: Global Market Alliance, Inversiones e Ingeniería, Henca Ingeniería, Fondecens, ODMS Ingeniería, Electro Arco del Oriente y R & R Occitelf.

Continúa el Campus

El Campus seguirá este jueves, en el Colegio La Salle, en la última jornada del primer grupo.  A partir de mañana el entrenador argentino iniciará los trabajos con los baloncestistas que tienen de 4 a 12 años. 

La clase seguirá enfocada al fundamento básico del baloncesto, pero con ejercicios siempre proporcionales a su edad y nivel de habilidad.

Los más de 200 niños que empezarán el Campus a partir de mañana aprenderán “los fundamentos, la base principal del jugador de básquet como la coordinación, equilibrio, pie de pívot, el bote o dribling, el pase, el lanzamiento y la defensa”, explicó Juan Carlos Pidal.