Los vencedores de las dos últimas grandes vueltas, el colombiano Egan Bernal (Tour de Francia) y el esloveno Primoz Roglic (Vuelta a España), se enfrentan el sábado en las carreteras otoñales del Giro de Lombardía, la última gran clásica de la temporada ciclista, con 243 kilómetros entre Bérgamo y Como.

¿Cederán su posición los especialistas en las clásicas a los hombres de las clasificaciones generales en las grandes? En Lombardía, los escaladores suelen participar en la fiesta, como por ejemplo el último ganador, el francés Thibaut Pinot, ausente este año.

Roglic, impresionante el pasado sábado en la subida final del Giro de Emilia, fue citado como el hombre a batir por el canadiense Michael Woods, el más fuerte el miércoles en la Milán-Turín y uno de los corredores a seguir muy de cerca en las orillas del lago de Como.

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"Él es el favorito", asegura Woods, quien le vio pasar al ataque en Emilia, donde el canadiense quedó segundo. "He visto un vídeo donde le llamaban Robocop y fue impresionante, no parecía forzar durante su avance".

A Roglic la región le trae malos recuerdos. Aunque ha participado en dos ocasiones en Lombardía (40º en 2017, 17º en 2018), perdió en estas traicioneras carreteras sus opciones de ganar el Giro de Italia el pasado mayo, sobre todo tras caerse en el descenso del Civiglio, penúltima dificultad del recorrido del sábado en los últimos 15 km.

La oportunidad de Valverde

Frente al número uno mundial, que suma 13 victorias esta temporada, incluida la prueba de los Tres Valles Varesinos esta semana, Bernal corre el riesgo de pagar el esfuerzo de su victoria el jueves en la Gran Piamonte.

"Ahora voy a Lombardía tranquilo", comentó el escalador colombiano luego de su triunfo en Oropa, el primero de su trayectoria en una carrera en línea. "Gasté energía, pero valió la pena".

Presente, pero en segunda línea, en las últimas dos ediciones (13º en 2017, 12º en 2018), el cafetero tiene las cualidades para aspirar al triunfo. Primero en el muro muy escarpado (1.920 m al 15,8 %) que es el Sormano. Y luego en el Civiglio (4 km al 10 %), antes del último obstáculo, la subida al San Fermo della Battaglia, en las alturas de Como.

El recorrido, exigente, parece adaptarse mejor a un veterano como Alejandro Valverde, al que siempre se le ha escapado la victoria en sus ocho participaciones (2º en 2013 y 2014). 

A los 39 años, el español dispone de una nueva oportunidad. Y recientemente se ha mostrado más convincente que en ocasiones anteriores. "Estoy en forma", lanzó al final de la Milán-Turín (2º).

Otros treintañeros como Jakob Fuglsang, Bauke Mollema, Vincenzo Nibali o Dan Martin, cómodos en Lombardía, también tomarán la salida en el último 'monumento' de la temporada.