Parecía interminable. Los 146 kilómetros que unieron a Don Matías y a Ituango, en el nororiente antioqueño, fueron infernales para los ciclistas que participan en la Vuelta a Colombia.

La travesía por Aguas Frías, el descenso violento hacia San Andrés de Cuerquia y el ascenso a Ituango, con frío, calor y lluvia, la hicieron durísima. Se descendió a 80 kilómetros por hora y se subió a 30, lo que muestra el ritmo sobre las grandes montañas de Antioquia.

Ni qué decir de los últimos 200 metros. Una pared para entrar al pueblo y llegar a la meta ubicada en la Plazuela.

Los ciclistas arribaron en cámara lenta y cuando cruzaron la meta, muchos se pegaron de las vallas por la inclinación y el cansancio.

Para unos fue la etapa reina, para otros, la más dura de la Vuelta.

Caída de Sevilla

La jornada la ganó Álvaro Duarte, de Epm Une, quien se escapó en el ascenso al premio de montaña de primera categoría y cabalgó los últimos siete kilómetros para llegar solo a la meta. Allí lo esperaban los habitantes de este pueblo anclado sobre grandes montañas que le armaron la calle de honor.

Atrás, en la pelea por la carrera, no pasó nada hasta los últimos 200 metros. Todos venían con alto ritmo y cuando tomaron la curva para rematar, Óscar Sevilla se cayó y perdió 10 segundos con el líder Mauricio Ortega. Después del vencedor entró el reguero de corredores que aprovecharon para sacarle tiempo al máximo candidato para ganar la carrera.

Luis Ávila, comisario de la UCI, quien dirige la carrera, explicó que Sevilla se cayó en los últimos tres kilómetros y que la reglamentación de la Vuelta, obliga a ponerle los 10 segundos de retraso.

Por eso, el colombo-español perdió el tiempo al final de la jornada y no retrocedió en cuanto a las opciones, aunque está a 32 segundos del líder.

Este viernes la etapa se irá del campamento de Epm Une en Ituango hasta Bello, sobre 153 kilómetros.