Entre el 15 y 17 de septiembre, la Selección Colombia de Tenis recibirá al actual subcampeón del mundo, Croacia, para jugar el repechaje que acceso al Grupo Mundial de la Copa Davis, el certamen de naciones más importante del tenis masculino mundial y el escenario elegido para la cita, la Plaza La Santamaría ya se prepara para recibir esa fiesta deportiva.

Por segunda ocasión, tras la cita del 2010 contra Estados Unidos en la misma instancia, éste mítico y emblemático escenario cultural se vestirá por un fin de semana como deportivo, para recibir al mejor tenis del mundo, con el top10 y reciente finalista de Wimbledon, Marin Cilic liderando el equipo croata, que enfrentará al colombiano liderado por Santiago Giraldo.

Y de nuevo la Federación Colombiana de Tenis y la Federación Internacional de Tenis (ITF) confiaron en la empresa colombiana Civideportes la construcción del campo al interior de la Plaza La Santamaría, con el compromiso de entregarla intacta tres días después de finalizada la serie.

Civideportes tiene quince días para la construcción del campo. Iniciaron el 15 de agosto y deben entregar la cancha lista el 2 de septiembre para que sea valorada y pisada, con el objetivo de estar en plenas condiciones para el 15 de septiembre, cuando iniciará la serie contra los croatas.

En el día octavo, a la mitad del calendario y trabajando 19 horas al día con un equipo de doce personas, Civideportes ya avanza en más del 60 % de las obras, que implican varias capas, sin la necesidad de tocar la arena de la Plaza, un compromiso con el escenario que es patrimonio de la nación.

“Con respecto a la cancha que hicimos en 2010, esta viene mejorada en un 10 %, sobre todo en detalles para tener más perfección, como algunos espesores del material, pero sin tocar la arena de la Plaza, que al ojo humano se ve plana, pero es cóncava, por lo que debemos nivelar primero para que humedad no llegue a la superficie de la cancha”, aseguró Wilson Pérez, gerente general de Civideportes.

Pérez agregó que “lo primero que ponemos son plásticos industriales longitudinales y transversales para sellar la arena, luego geotextiles para retener los finos y se sella, enmarcando con una estructura de madera y se rellenan, con 25 centímetros en los costados y 20 en el centro, por la superficie cóncava de la Plaza de materiales sueltos filtrantes. Después se rellena con otra capa más fina y esa sí se compacta con unos cuatro centímetros para luego instalar el último centímetro de polvo de ladrillo”.

“El centímetro de polvo de ladrillo se divide en tres capas, la primera es de coloración sobre la capa compacta para el polvo se incorpore, luego la segunda que se compacta muy bien para poner la tercera que es suelta y es la que se ve y por la que deslizan los jugadores, porque el ladrillo da sólo deslizamiento y estética, la cancha como tal es la capa negra”, explicó Wilson Pérez.

De esos detalles de la obra, Pérez añadió que “tuvimos que hacer una planeación previa de estrategia de trabajo, con cosas mínimas como la hora de ingresar el carro con los materiales, el tiempo que tardan en abrir la puerta, si llovía, mirando los cronogramas de probabilidad de lluvia, metiendo cinco días lluviosos, para dejar casi diez de trabajo, y disponibilidad de materiales extras por si falla algo”.

La circunferencia de la Plaza tiene poco más de 1600 metros cuadrados y para la cancha utilizan los ejes de un rectángulo de 800 metros cuadrados, acomodados de forma precisa de norte a sur, que debe ser entregada el próximo 2 de septiembre para ser pisada y probada por los tenistas.