El referente de América Latina en temas de ética, el colombiano Javier Darío Restrepo, participó en la Fiesta del Libro de Cúcuta. El auditorio estuvo llenó y entre el público se observó a estudiantes de comunicación social, a docentes, periodistas de medios locales y ciudadanía en general. 

Su charla estuvo orientada a abordar la realidad de la ética en el periodismo y su relación con las nuevas tecnologías. Al finalizar, concedió una entrevista a La Opinión en la que ahondó en estos temas.

¿Cómo ve la ética periodística en la actualidad?

Difícil Respuesta. La ética no es un asunto masivo sino de cada persona. El comportamiento está dominado por los grandes dictadores: dinero, fama e interés político. Lo ético surge de un compromiso personal y el periodista debe legislarse a sí mismo.

¿Cómo conservar la ética en contextos de inmediatez digital?

A mayor poder, más responsabilidad. Lo digital ha suprimido dos categorías en las que estábamos presos: tiempo y espacio. Así, lo lógico es que lo digital sirva para ser mejores personas, pero esto no se da por el mal uso que se le da a la tecnología. Ahora los periodistas quieren hacer su trabajo frente a un computador y no salen a buscar historias en la calle. Hay que sentir la noticia.

¿Cuál es el reto actual del periodista?

Utilizar bien la tecnología, no que las herramientas tecnológicas conviertan al periodista en un instrumento. Hay que poner el servicio de la gente todo el poder digital, cuando ello suceda, se habrá respondido al reto. Si la tecnología aleja al periodista de la gente, hay mediocridad.

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¿La sátira y el sarcasmo son éticamente correctos en el periodismo?

En la ironía, la sátira, el sarcasmo y el humor, hay una participación bellísima de la inteligencia y de la creatividad. Si alguien usa esos medios para poner en evidencia una verdad y para que la gente conozca la realidad es bueno. En caso contrario hay un grave error, el periodismo no debe degradar a nadie.

¿Cómo ve el escenario de transformación que vive Colombia con el proceso de paz?

Lo primero es conocer el porqué del conflicto y cuando aparece la respuesta, se entiende que Colombia es un país enfermo y esto se ve reflejado en el comportamiento de las personas y por ende de los periodistas. Por ello, hay que tratar de sanarlo y el periodismo debe tener en cuenta las dolencias de un gran país carcomido por el odio, para dar el giro y producir noticias que curen. Las palabras deben inspirar.

¿En hechos como la muerte de líderes sociales como generar ese mensaje?

Es evidente la muerte de más de 300 líderes sociales, entonces se está frente a un gran enfermo. Como periodista se debe conocer esa realidad para entender que con la información que se genera se puede lograr que los demás comprendan la raíz del fenómeno y cambien su manera de pensar.

¿Los medios nacionales también están enfermos?

El problema es la estructura financiera y no son independientes. Esas tareas que he descrito solo las puede ejecutar alguien con independencia.

*Por Ricardo Barco Suárez
Practicante de periodismo