La música une al Catatumbo y permite conocer las raíces culturales de los habitantes. Bajo ese postulado, José Lizandro Cobos, natural de Sardinata, lideró la creación de una pieza radial para contar aprovechando las herramientas comunicativas, el quehacer musical de esta zona de Norte de Santander.

La iniciativa: Así suena el Catatumbo, hace parte de los laboratorios de creación de contenidos del proyecto Expedición Sensorial, que se empezó a ejecutar en la región desde abril y en tres meses ha logrado avances significativos, como las producciones comunicativas dadas a conocer en Cúcuta el fin de semana.

El Ministerio de Cultura trajo el proyecto a Norte de Santander, luego de los excelentes resultados en Montes de María. Para la ejecución se tiene como operador a la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero.

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De acuerdo con Cobos, los laboratorios de creación de piezas comunicativas han facilitado tener otra perspectiva de lo que significa hacer radio o televisión. “A los trabajos les podemos sacar provecho utilizando las redes sociales y plataformas en internet, con el objetivo de que más personas conozcan la otra cara del Catatumbo”.

Para él, tanto el municipio donde habita como en los demás del Catatumbo, no todo es guerra y narcotráfico, hay aspectos culturales, sociales y encanto paisajístico que merece ser descubierto.

A nivel musical, el enfoque dado a la pieza que creó Cobos junto con un grupo de amigos, fue mostrar la diversidad de ritmos, tanto indígenas como campesinos y andinos; además de rancheras, vallenato y ritmos urbanos como el rap, apetecido entre los jóvenes por la libertad para componer.

Viveana Osorio, quien apoya la coordinación del proyecto desde la Biblioteca Pública, destacó la participación de los jóvenes en los laboratorios. “Por medio del análisis de la cotidianidad descubren lo que los identifica como región y las piezas comunicativas son un primer resultado”.

Lo que viene

Mónica Pulido Villamarín, coordinadora de Expedición Sensorial Catatumbo por el Ministerio de Cultura, señaló que el proyecto busca exaltar los saberes y prácticas artísticas y culturales en regiones que han sido afectadas por la guerra, con miras a la trasformación de estilos de vida y a la creación de entornos de paz.

“Tenemos tres líneas de acción. Junto con los laboratorios hay procesos de formación y de gestión a las iniciativas que surgen en las jornadas de trabajo. Los avances son positivos y las comunidades han entendido que sus saberes son vitales para alcanzar la paz”, dijo Pulido.

El proyecto en su primera fase irá hasta diciembre de este año y se espera darle continuidad, similar a la experiencia de Montes de María, donde se logró aportar a la paz, a la reconciliación, a la recuperación y al fortalecimiento de la identidad cultural. 

Los antecedentes

La experiencia de Expedición Sensorial para el Catatumbo se empezó a pensar desde el año pasado y en esta vigencia se consolidó la idea con la escogencia de la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero como el operador del proyecto. 

En 2017, en articulación con el Ministerio de Cultura, se hizo un diagnóstico del estado cultural del Catatumbo, por medio de reuniones en las que se evidenció una visión de región.

Para esta vigencia se priorizaron 15 municipios, incluyendo a los del Catatumbo, a los que pertenecen a la Asociación de Municipios de la Provincia de Ocaña y a Río de Oro, en el sur de Cesar.

Para el trabajo que se ejecutará este año se priorizaron dos corregimientos por cada municipio, para un total de 30 comunidades a intervenir.