Su lugar de escritura es la oficina de la universidad en la que trabaja. Desde allí, Santiago Posteguillo tiene el pasado y el presente al alcance de sus manos, con una biblioteca bien dotada, con acceso a documentos de distintas épocas y continentes.

En 13 años ha escrito más de 6.000 páginas sobre el Imperio Romano, con la rigurosidad de un historiador, pero la pasión y dinámicas de la novela. Ahora, presenta ‘La legión perdida’.

¿Cómo ha visto el acercamiento a sus novelas?

Tengo la sensación que cada día hay más lectores, más interés por mis novelas. Se están conectando más con estas historias que son exigentes, no sólo en extensión, sino en el contenido mismo de la obra. Pero además, para las firmas de libros, llegan no sólo con la última obra, algunos incluso cargan en la maleta las seis obras de las dos trilogías, más los dos libros de relatos, y con gusto se los firmo.

¿Esperando el cierre de la trilogía con ‘La legión perdida’?

Había un interés muy grande. En España se puso número uno en ventas adelantando a Mario Vargas Llosa por tres semanas. Se ha generado una gran expectativa con gente que se va uniendo a este tipo de novelas. Además, la gente tenía muchas ganas de saber el final del relato.

¿Una historia parcialmente conocida?

Trajano muere al final y lo sabe todo el mundo, pero el arte de la novela histórica recae en cómo se cuenta, porque la gente entra a internet y fácilmente tiene una idea a grandes rasgos de lo que se le va a contar. 

¿Siempre desde la Universidad? 

Es mi mayor fortuna poder escribir una novela desde la universidad, lo cual es muy cómodo, porque en el despacho del lado está el catedrático de Latín, luego sigue el profesor de griego clásico, se sube y están los de ciencias sociales y un poco más allá los de historia, y ellos mismos tienen sus redes y cuentan que conocen a especialistas en dinastías chinas.

Colprensa