Un símbolo de la lucha contra el yugo español, un tributo al Libertador Simón Bolívar, un escenario en el que cada año se conmemora la Batalla de Cúcuta, pero también una alegoría al abandono; eso es el monumento Columna de Bolívar, al que solo le hacen ‘un cariñito’ cuando se va a recordar lo sucedido el 28 de febrero de 1813.

Desde hace varios años este lugar no recibe una inversión para mejorarlo, el piso en adoquín está deteriorado, al igual que las bancas.

También se robaron los bombillos y el cableado de los faroles. No hay cestas de basura y esto ocasiona que algunos visitantes tiren en el suelo los empaques de alimentos.

Los cables y bombillos de los faroles fueron robados. Foto Rayner Lizarazo / La Opinión.

Una de las situaciones que más preocupa a los residentes del barrio Loma de Bolívar es que, cuando cae la tarde y entra la noche, el monumento se convierte en espacio para consumidores de drogas y un foco de inseguridad. 

“Esta casa la han agarrado varias veces a piedra, porque uno los corre de aquí”, señaló una residente que habita frente a la Columna de Bolívar y quien prefirió no dar su nombre por miedo a retaliaciones.

La mujer manifestó que la madrugada del martes vio cuando un hombre hurtaba el cable de uno de los faroles. “Estaba hasta bien presentado el tipo. Llamamos a la Policía porque dejó un poco de cable regado y después llegaron otras personas y estaban todos alegres, parecía que hubiesen encontrado una mina de oro”.

Humberto Robles Mendoza, líder comunal de Loma de Bolívar, sostuvo que las pasadas administraciones municipales de Cúcuta no tuvieron en cuenta una partida presupuestal para arreglar el monumento.

Robles aseguró que esta plaza duró más de tres años sin iluminación y tras una petición a alumbrado público, la empresa instaló reflectores.

“El saliente alcalde, César Rojas, nunca nos atendió, más bien nos cerró las puertas. Esperamos que el nuevo mandatario, Jairo Yáñez, sí nos tome en cuenta, ya enviamos un oficio a su despacho para que converse con la junta comunal y conozca los problemas que tenemos en este espacio público de Cúcuta”.

Robles informó que hay un estudio con los recursos que se necesitan para rehabilitar el sistema de iluminación.

Él y los demás vecinos consideran importante la permanente presencia policial, debido a que más tardan los uniformados en arribar al lugar y correr a los drogadictos, que ellos en retornar para seguir ingiriendo esas sustancias. Resaltaron que por su acento, varios son oriundos de Venezuela.

La comunidad pide un Comando de Acción Inmediata (CAI) en la Columna de Bolívar, con el propósito de que no solo se refuerce la seguridad en el monumento, sino en los siete barrios de la zona.

Estos son: Loma de Bolívar, 28 de Febrero, Carora, Los Alpes, Cundinamarca, San Miguel y Arnulfo Briceño.

El argumento es que los agentes de la Subestación de Policía de Belén no alcanzan a patrullar 25 barrios a su cargo.

Sobre la ausencia de papeleras, Robles aclaró que anteriormente había unos recipientes que instaló la empresa Proactiva, responsable del servicio de aseo en ese entonces. Sin embargo, debieron quitarlos por la falta de cultura ciudadana y de sentido de pertenencia, algunos inescrupulosos dejaban animales muertos en esos contenedores.

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Finalmente, el líder comunal enfatizó que quieren evitar que el monumento sea tomado por vendedores ambulantes, como ha sucedido con otros parques y plazas de la ciudad.

La Opinión consultó en varias ocasiones a la secretaria de Cultura de Cúcuta, Olga Patricia Omaña, frente al abandono del monumento y si hay contempladas inversiones en el sector. La funcionaria no se pronunció.

La Columna de Bolívar se levantó en honor al centenario del nacimiento de Simón Bolívar. El lugar se ha convertido en espacio para el consumo de drogas. Foto Rayner Lizarazo / La Opinión.

Sobre el monumento

La Columna de Bolívar es un monumento que se levantó en honor al centenario del nacimiento de Simón Bolívar en 1883, 70 años después de la Batalla de Cúcuta, por orden de los concejales Carlos Jácome y Roberto Berti.

Según la tradición oral de la ciudad, la columna fue construida sobre la piedra en la que el Libertador se paró para alentar a sus soldados durante la batalla. Hace 99 años, en 1921, el inspector de Educación de la época estableció que cada 28 de febrero el desfile en conmemoración llegue hasta ese monumento.