El poeta cucuteño Saúl Gómez Mantilla dictó en el área cultural Jorge Gaitán Durán del Banco de la República un taller de mini cuentos, en el que participaron cerca de 40 estudiantes del colegio Primero de Mayo de Cúcuta y jóvenes de la Universidad de Pamplona y de la Universidad Francisco de Paula Santander.

La actividad se desarrolló en medio de un ambiente de tertulia, en el que niños y jóvenes dejaron volar su imaginación para crear bellas historias.

De acuerdo con Gómez Mantilla el taller exploró juegos pedagógicos y se denominó: Palabras saladas para árboles tristes.

“La actividad tuvo como base el libro de Triunfo Arciniegas: ‘El árbol triste’, en el que se cuentan las historias de tres pájaros que huyen de un país en guerra”.

Basados en ese texto, cada participante debía crearle una historia a Teodoro, Santiago y Vladimir, los tres pájaros. En la historia original ellos mueren en la guerra y la meta era cambiarles el destino.

“A partir de las herramientas teóricas de los mini cuentos se trabajó. En el libro, un papá le regala a su hijo un cuaderno en blanco para que reescriba las historias de los pájaros y para el desarrollo del taller, a cada participante le obsequié un libro plegado”, dijo Gómez Mantilla.

Una de las niñas que más se divirtió con el taller fue Karol Sofía Acosta Huertas, 11 años. Ella, con una sonrisa y mientras pintaba a las aves, dijo que Teodoro derrotó a un oso en el bosque, Santiago dejó la timidez y logró volar. Vladimir, luchó con un zorro y este se lo comió.

Gómez Mantilla manifestó que los muchachos respondieron positivamente al taller, solucionando inquietudes y comprendiendo las etapas que tiene la elaboración de un mini cuento.

“Lo más interesante es que se dejaron guiar, permitieron la corrección de ortografía y de coherencia textual. Las actividades lúdicas facilitaron el trabajo y con figuras en origami se entretuvieron”.

En la parte final del taller se compartieron experiencias, algunos participantes leyeron sus historias y entre todos agradecieron por estos espacios de creación.

“La idea era que comprendieran que en la lectura y en la escritura todo tiene una razón de ser y nada sucede por casualidad. Cada idea lleva a una nueva y ahí está el secreto para que la historia tenga un sentido”, argumentó Gómez.