En el año del Bicentenario de la independencia de Colombia, Villegas Editores lanzó al mercado un libro gráfico de gran formato, titulado: ‘Soldados, Ejército Nacional de Colombia 200 años’.

La obra les rinde un homenaje a los hombres y mujeres que penetran selvas, ganan trochas, desactivan minas y construyen carreteras. A esos seres humanos que, dentro y fuera del combate, recorren palmo a palmo la naturaleza del territorio colombiano, cumpliendo una labor determinante para el funcionamiento del país.

El autor del libro es el fotógrafo Mauricio Vélez, quien con mirada humana y respetuosa, siguió durante cinco años las labores que cumplen los militares en infantería, caballería, artillería, inteligencia, logística, aviación e ingenieros militares.

(Los uniformados también cumplen labores de vigilancia en la cadena de ecosistemas de páramo. La imagen fue captada en Sumapaz, altiplano cundiboyacense.)

“La idea de hacer este libro surgió con el objetivo de conservar la memoria, que no solo es lo malo, sino lo bueno y eso merece ser resaltado. Mi herramienta es la imagen y con ellas quise dejar un legado para que las futuras generaciones conozcan nuestro presente”, dijo el autor Vélez.

Él, además, reveló que por primera vez una institución hermética abrió las puertas para que se retratará la esencia de las fuerzas militares y se conocieran aspectos desconocidos.

“Hace poco llegó un amigo, un monje tibetano que cumple una labor por la paz mundial y me dijo: nunca había visto un Ejército tan cercano a la gente. Cuando paso las páginas del libro me sorprendo al ver la estructura militar tan grande que se ha construido, pues es un Ejercito serio, poderoso, humano y respetado en el mundo”.

En el trabajo de campo, según Vélez, surgieron decenas de historias y pudo palpar en carne propia la adrenalina que a diario viven los integrantes del Ejército colombiano.

“No presté servicio militar y para mí todo era sorprendente. La vida del soldado es de esfuerzo, disciplina, sacrificio, a diario se juega la vida y pude estar en operativos que aparentemente eran seguros y de un momento a otro se daba la confrontación y sentía las ráfagas”.

(Patrullaje de reconocimiento y vigilancia en las agrestes sabanas araucanas. El caballo se mimetiza para adaptar sus capacidades al entorno de la Orinoquía.)

El autor Vélez, además, acompañó a las fuerzas especiales en sus ingresos aéreos a terrenos complejos y colgado de un helicóptero pudo retratar esos momentos.

Para él, a pesar del conflicto armado que se ha vivido por décadas, el Ejército siempre está cercano a la ciudadanía y apoya a sus compatriotas en momentos de tragedias, incendios o derrumbes.

(Imagen de la Virgen María cubierta de rosarios y escapularios, por docenas de soldados que piden protección en la base militar de Planadas, en Meta. (Derecha) Carátula de la publicación, que consta de 363 páginas.)

“La obra es un espejo de lo que hemos construido como comunidad, es importante que las personas conozcan lo que es la estructura militar, el lado humano del soldado. En ocasiones creemos que son máquinas de guerra  y olvidamos que muchos de ellos son vecinos o amigos que combaten en conflictos”.

De acuerdo con Villegas Editores, la publicación no solo es un conglomerado de imágenes de factura documental y poder artístico, también es un acto democrático que pone al alcance visual del gran público muchos aspectos hasta ahora no conocidos de una institución insigne de Colombia.