Desde sus orígenes el buque escuela Gloria fue un sueño de país y por ello es considerado un embajador en los mares del mundo. El premio Nobel de paz debería ser para el imponente navío, capaz de integrar a los colombianos, de despertar sentimiento patrio y sentido de pertenencia con la nación. 

Con estas palabras Adriana Llano Restrepo, quien lideró la investigación para la producción del libro: Buque escuela A.R.C. Gloria 50 años, de Villegas Editores; describió lo que significó adentrarse en cada espacio y conocer de frente la historia del navío.

“La historia surgió como un proyecto de Benjamín Villegas y la Armada Nacional. Él, como editor, es conocido por destacar historias positivas del país”, dijo Llano.

En la presentación de la publicación el editor cuenta que “50 años cumple el buque escuela Gloria, el emblemático y familiar navío de la Armada colombiana, cuya imponente imagen con las velas desplegadas y su tripulación a bordo nos enaltece como colombianos”.

El libro parte del anecdótico episodio de su origen, en 1966, con una servilleta y un mensaje en ella escrito. “La génesis del Gloria fue un pacto entre el ministro de Defensa de la época, general Gabriel Revéiz Pizarro y el entonces vicealmirante Orlando Lemaitre Torres, comandante de la Armada, quien logró hacer realidad el anhelo del almirante Augusto Porto Herrera”.

El hecho culminó con el decreto que autorizó su compra. El libro, además, cuenta como fueron las etapas de construcción en los astilleros españoles y su arribo a Cartagena de Indias en noviembre de 1968.

En el buque reciben entrenamiento los cadetes y los grumetes que se forman para ser suboficiales y oficiales de la Armada Nacional. Las historias a bordo, las aventuras en el mar y la celebración por el medio siglo de existencia, hacen parte de las 191 páginas de la elegante publicación.

La investigación 

“Lo más interesante fue adentrarme en el buque. Soy de Medellín, mi cultura es la montaña, no el mar. Aparte de ello soy civil, no militar y fue particular conocer el lenguaje de los marineros, especializado y muy diferente a la idiosincrasia de montaña”, dijo Llano.

Unido a las vivencias en el buque, la escritora hizo revisión bibliográfica como cliente juiciosa de la Biblioteca Nacional. Allí, ojeó revistas, periódicos y resumió un gran acervo sobre el navío.

A la par, la publicación es apoyada con testimonios de quienes lo han dirigido, se han formado y han aprendido a ser marinos. “Esta relación permite al lector conocer por que el Gloria, único en su clase de la Armada colombiana, es un símbolo del país”.

Para Llano, “Colombia es un país de dos mares, pero aun así se vive a espalda del mar. Todos deberíamos ser un poco marinos, porque por el mar entra todo, la cultura, el arte, el comercio. Este buque va por el mundo dando a conocer lo que somos y por ello invito a leer la publicación, los cadetes que se forman son más que eso, son embajadores de lo que somos como colombianos”.

El mayor orgullo

El almirante Durán señaló que “adentrarse en este libro es saborear la vida marinera de Colombia en su máxima expresión, es sentir el contacto directo con el mar y con la inmensidad, es arte e inspiración, es fotografía, es el reflejo de muchas generaciones, pero quizá lo más importante es palpar el amor que despierta el Gloria para los colombianos”.

Para el comandante de la Armada Nacional “las fronteras separan los países, pero el mar une a las naciones. El ARC Gloria es el eslabón que une a Colombia con el mundo por el ancho mar. Es talante nacional, es paz, cultura y extraordinaria gastronomía, es lo mejor de la juventud de la patria, bajo un ámbito de riguroso entrenamiento naval y academia marinera”.

El formato

El libro es de pasta dura y en su portada tiene una fotografía original del buque en altamar. Viene en una elegante caja que lo hace un ejemplar de colección.

La presentación es hecha por el editor Villegas y la introducción por el almirante Durán.

Así mismo, está dividido en siete capítulos, así: Por el mar va un buque cargado de país, Una escuela en altamar, El lenguaje del Gloria, Embajador de buena voluntad, En las entrañas del buque, Vivencias a bordo y Un amor en cada puerto.

Los autores

Adriana Llano Restrepo es graduada en filosofía y letras de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Ha sido consultora en comunicaciones para Unicef, el Banco Mundial y Usaid. 

Fue subdirectora de El Espectador y desde hace 14 años es columnista en El Nuevo Siglo.

Como escritora de Villegas Editores ha colaborado con las publicaciones: Colombia país de oportunidades, Cerro Matoso: 30 años creciendo juntos, Country Club de Bogotá, primer centenario, entre otros.

Las fotografías que acompañan la publicación son de la autoría de Andrés Mauricio López. 

Él, es diseñador visual de la Universidad de Caldas y sus imágenes han acompañado publicaciones de arquitectura, artes plásticas, naturaleza y paisaje.

Además, es investigador y dicta talleres de fotografía.