“Es difícil aceptar que el perdón sea una necesidad para lograr la convivencia, pero hay que entender que ese es el camino para la paz”.

Con estas palabras, la activista social y sobreviviente de la Unión Patriótica Imelda Daza confimó que sin perdón no habrá avance social, y afirmó que hay solo una condición para ello: saber la verdad.

Así lo indicó en desarrollo del VII Congreso Fronterizo de Derechos Humanos que se realiza en Cúcuta.

“Perdonar no es olvidar, sino hacer memoria”, dijo. “Es la única manera de tener paz, que no es la frivolidad de reírnos juntos y ya, sino respetar los derechos del otro”.

Para Daza, si se conoce  a quienes hicieron víctimas a centenares de personas, con nombres y testimonios, será más fácil efectuar este proceso.

“Perdonar en abstracto es imposible, por el dolor y el resentimiento”, agregó.

Así mismo, señaló que la comunidad debe integrarse y asociarse, tanto para exigir la verdad como para generar un clima de reflexión y estabilidad social.

En este sentido, pidió también que el Estado diga su verdad, “a través de sus organismos de inteligencia y los aliados paramilitares que tuvo”.

“Hemos sido víctimas de un estado descompuesto, y debemos comprender que, en ocasiones, al menor roce hay desuniones, pero discutir y trabajar juntos es la clave”, expresó.

Sergio de Zubiría Samper, invitado al evento, manifestó su preocupación por los nuevos grupos armados que se están conformando, mientras se firma la paz.

Además, criticó la nueva denominación creada por el expresidente Álvaro Uribe contra ella.

“Pasamos de la seguridad democrática a la resistencia civil, cuyo principio no es otro sino combatir un régimen injusto, pero no estar en contra de la paz”, comentó.

Daza también criticó la falta de solidaridad hacia este nuevo proyecto de sociedad, que se suma a la escasa solidaridad con las víctimas y los desplazados.

“Culparlos de los problemas de inseguridad pero nunca haberles prestado atención, porque se creía que eran un problema rural es ilógico”, afirmó. “La labor es reacomodarnos en el sector urbano, para que todos podamos compartir el mismo espacio”.

La Opinión