“Le pedimos seriedad al alcalde, que cumpla con lo prometido y nos deje trabajar”, fue lo que se escuchó ayer durante la protesta pacífica que llevaron a cabo vendedores ambulantes en los alrededores del parque Santander, frente al Palacio Municipal.

José Becerra y otros informales, narraron que llegaron como de costumbre a las 7 de la mañana a sus puestos de trabajo, dispuestos a sacar sus mercancías para la venta, como lo han hecho durante años, pero que se llevaron una sorpresa desagradable porque hombres del Esmad los obligaron a desalojar el espacio público por orden del alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez.

“Justamente el alcalde hace dos días nos prometió en una mesa de diálogo que podíamos volver a trabajar tranquilos donde solíamos ubicarnos, con ciertas restricciones en el perímetro peatonal, pero no nos cumplió”, argumentaron. 

Lo acordado, según Pablo Hernández, es que los vendedores podían ocupar un espacio de 1,50 metros de ancho por 1,20 de largo y una altura máxima de 40 centímetros y “eso es lo que estamos haciendo”.

‘Solo queremos que nos dejen trabajar’: vendedores informales

La Opinión indagó al respecto con Alex Botello, coordinador de Espacio Público de la Alcaldía, encargado de hacerle seguimiento a los acuerdos pautados entre los vendedores y la administración municipal, dijo que “esa fue una primera medida que se tuvo en cuenta para aplicar a este sector, pero dada la complejidad que representa, se convirtió en foco epidemiológico y por ese motivo se cambió la determinación respecto a lo pautado”. 

Sergio Maldonado, secretario de Desarrollo Social y Económico, dijo por su parte que desde la reapertura del parque Santander, cuando los vendedores quisieron volver a sus lugares de trabajo, la alcaldía les ofreció tres alternativas.

La primera de ellas fue regularlos temporalmente sobre la avenida 5, entre calle 10 y 11, acatando medidas de bioseguridad mientras iniciaban un “proceso macro” de reconvención en el parqueadero Los Cocales, ubicado en la calle 7 entre avenida 5 y 6, y así mismo apoyarlos de acuerdo con sus necesidades.

Informales protestan por controles de la Alcaldía de Cúcuta

La segunda opción fue la oportunidad de hacer en el parque Cúcuta 300 años o Fundadores una feria que durara de diciembre a enero de 2021 para que aprovecharan la época navideña, ‘empatando’ con el inicio del año escolar.  “De hecho en el parque Cúcuta 300 años pronto va a iniciar una feria con 350 vendedores y ellos no quisieron participar”, según Maldonado.

El funcionario dijo que también les ofrecieron acompañamiento con ayudas alimentarias durante estos meses de pandemia, tiempo en el que descendieron las ventas pero que los vendedores informales “no quieren ningunas de las variables e insisten en quedarse en el cuadrante del parque Santander”. 

La situación surgida entre los comerciantes informales y la administración municipal tiende a agravarse porque los primeros han anunciado que si la Policía Nacional insiste en desalojarlos de las calles, irían a una huelga de hambre, de ser necesario, porque “somos 40 los que estamos decididos a encadenarnos en el parque Santander”.