Un grupo de 119 estudiantes  de trabajo social derecho, administración de empresas, contaduría y otras carreras de la Universidad Francisco de Paula Santander, dedicaron la mañana de ayer para erradicar los mitos que tenían sobre el proceso de paz.

Durante un taller desarrollado en la institución, se explicaron uno a uno los acuerdos de La Habana con el fin de aclarar las dudas de los jóvenes, pero también de definir un plan de acción con actividades que promuevan la paz.

Entre los rumores que fueron aclarados se insistió en temas como la falta de justicia, la toma del poder y la llegada del ‘castrochavismo’, falta de garantías para las víctimas, y que no habrá entrega total de armas.

Sin embargo, con cartilla en mano, viendo videos y dialogando, los estudiantes entendieron que los acuerdos no eran ese “panorama terrible, y esos mitos eran justamente eso, ideas equivocadas”, dijeron algunos de los participantes.

Carlos Monroy, representante ante el Consejo Nacional de Participación Ciudadana, y estudiante de la Universidad Industrial de Santander, explicó que estas jornadas se llevan a cabo en Santander, Bolívar, Valle, Norte de Santander, Antioquia y Meta, con semilleros de investigación y líderes universitarios.

La meta, dijo, es que estos jóvenes apoyen la pedagogía de la paz, y que promuevan la participación ciudadana.

“De aquí al dos de octubre queremos incentivar y dar a conocer esos sectores de la sociedad que han nutrido y dado insumos en los diálogos”, expresó. “Hay un gran componente social, que poco se ha visto, porque la discusión ha tenido una tendencia política”.

Agregó que se estructurará un comité de verificación y seguimiento a la implementación de los acuerdos, si son aprobados.

“Queremos que la comunidad se involucre en las actividades relacionadas con la paz, las cuales son culturales, deportivas, entre otras, que han nacido de esta nueva generación que quiere sensibilizar a todos”, declaró Monroy.

El joven enfatizó en la importancia que tiene sensibilizar a quienes no han vivido la guerra, pues suelen ser quienes más se equivocan en la percepción de la paz.

“Para ellos parece un problema que es de otros, pero para nosotros es necesario que se conozcan los efectos directos e indirectos del conflicto armado. Solo así, y con un conocimiento real de los acuerdos, tendremos una transformación de la sociedad”, puntualizó.

La Opinión