Aunque está prohibido por el alto riesgo que ofrece la inestabilidad del terreno y porque es zona de constantes deslizamientos de tierra, la gente insiste en construir ranchos en la peligrosa escarpa de Tucunaré, en el occidente de Cúcuta.

En esa franja, tras una inspección que adelantaron unidades del Escuadrón del Espacio Público de la Alcaldía, se procedió a la erradicación de más de 30 casas de tablas y techo de cinc que se habían levantado por  personas que afirmaron ser destechadas.

Para la alcaldía toda la zona, un kilómetro aproximado, es de alto riesgo, como quiera que a finales de la década del 90 se produjeron allí deslizamientos de tierra que dejaron damnificadas a más de 200 familias.

El secretario de Gobierno, Oscar Gerardino, insistió a las familias que están levantando ranchos allí, a que desistan de hacerlo porque no se les va a permitir.

Para evitar que esto ocurra, es decir, que se siga construyendo en la escarpa de Tucunaré, además de los controles permanentes por parte del Escuadrón del Espacio Público, también se emprenderá allí un proyecto ecológico que busca proteger la zona.

El encargado de esta iniciativa, Félix Muñoz, secretario de Gestión del Riesgo del Municipio, explicó que lo que se tiene trazado allí es la empradización de un área de un kilómetro, al igual que la construcción de gradas disipadoras.

En esto también se contempla la siembra de la especie vetiver, con lo cual se busca afirmar el terreno inestable, dijo el funcionario.

Gerardino dijo que se tiene información de personas que estarían construyendo ranchos en Tucunaré con fines de negocios, lo cual tampoco se permitirá.

Este misma práctica se conoció que también la estarían implementando en otras zonas de alto riesgo como el Cerro de San Rafael, Virgilio Barco y Sevilla, dijo el funcionario.

Esta semana los inspectores harán visitas sorpresas en estos sectores, con miras a verificar la información y a proceder con la erradicación de casas que se hayan construido.