Aunque la obra del puente Benito Hernández (también conocido como San Rafael) va en un 70 por ciento de ejecución y avanza favorablemente, según reporta el Invías, los tropiezos por cuenta de las redes de acueducto y alcantarillado no se han hecho esperar.

Según Jesús Vergel, director territorial de la entidad, en principio se pretendía que los cambios de redes se hicieran por cuenta de la empresa de acueducto pero esta “dijo que no se podía hacer intervención allí” porque se estaban haciendo cambios en otros sectores, y en la zona no había fugas ni daños. 

Con el ánimo de avanzar, se decidió que con recursos del Invías se hicieran las obras, pero cuando se inició el proceso se encontraron “con la sorpresa de que todo eso estaba en muy malas condiciones”.

Hallaron que el desagüe de las casas se conectaba a una alcantarilla, pero no llegaba a un tubo madre, sino a un gran campo de inflitración, a manera de un pozo séptico gigante.

También, se han encontrado obstáculos con el cruce y aunque Vergel señaló que se ha pedido apoyo a la empresa de acueducto, pero la sugerencia es contratar con Transivic, pero los precios son onerosos y “por el concepto de obra pública no se pueden pagar”.

Así, es el contratista el que se ha encargado de efectuar las obras y avanzar con la edificación de la infraestructura.

De otro lado, el funcionario agregó que se adicionará el tiempo de la interventoría: la fecha límite es el 30 de junio.