De incomodas, viejas y peligrosas, señalan los usuario las busetas de servicio público colectivo que transitan por la ciudad. Aseguran que el deterioro de los vehículos se suma a la imprudencia de los conductores y la pasividad de las autoridades para sancionar estas acciones.

En Cúcuta, una ciudad de medio millón de habitantes, las 11 empresas de transporte público que hay, no parecen satisfacer las necesidades de los residentes. 

Juana Villamizar tiene 63 años y vive en Atalaya, cuenta que utilizar una buseta es toda una odisea. “Uno sabe la hora a la que se sube, pero no sabe en cuanto tiempo va a llegar a su destino, ni mucho menos está seguro de si la buseta está en óptimas condiciones o no. Cada vez está peor”.

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José Gregorio Botello Ortega, subdirector de transporte y valorización del Área Metropolitana de Cúcuta, dijo que la ciudad está en un proceso de modernización y reestructuración del transporte colectivo con el fin de solucionar de una vez por todas los problemas que se vienen presentado hace años.

Dentro de los cambios que se implementarán está el que cada una de las empresas tenga un solo sitio de despacho, los vehículos tengan un sistema de rastreo satelital (GPS), un cuenta pasajeros, así como rutas plenamente establecidas.

Botello aseguró que desde hace un año se viene haciendo el proceso de socialización con los dueños de las empresas, conductores, usuarios y las autoridades con el propósito de que todos contribuyan al cumplimiento de los tiempos que se tienen establecidos para le ejecución del proyecto. 

Acabar con la llamada ‘guerra del centavo’ y el caos vehicular son algunas de las metas que tienen. Actualmente van en la segunda fase y se espera que todo esté funcionando en el 2018.

Dentro de los cambios que ya se están implementado aparecen:

Los vehículos tendrán un gps para poder controlar sus recorridos y así evitar que se estacionen en los semáforos y no cumplan con los tiempos y las rutas establecidas, que si estén trabajando.

Tendrán cuenta pasajeros y de esa manera, el conductor no va a tener ningún contacto con el dinero, el usuario va a tener unas tarjetas que las va a poder recargar en sitios autorizados y pasará la tarjeta por lectores. El dinero automáticamente va a las cuentas de la empresa.

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El conductor solo trabajará ocho horas y se le va a pagar un salario representativo, y si desean seguir trabajando el vehículo se debe cambiar de conductor cada que se cumpla el tiempo establecido. 

Se contará con paraderos exclusivos. Ya no podrán volver a paran en todas partes. Los que hay y que se niegan a desaparecer están en muy mal estado.

Se va a unificar los colores de las busetas, y con un aviso a los lados que diga ‘transporte metropolitano’. Habrá carriles preferenciales, con lo que se busca que el transporte colectivo utilice un solo carril, con que a este pueden ingresar los demás vehículos

Se busca  que el pasajero sepa, cuanto le va a durar su recorrido, para optimizar el tiempo. El proyecto es incluyente, busca que las personas con discapacidad también tengan posibilidad de utilizarlos. Ya en la ciudad hay cinco vehículos equipados de esta manera buscamos que las empresas tengan dentro de sus parques automotor este tipo de vehículos.

¿Cómo está el transporte público actualmente?

Según José Botello, subdirector de  transporte y valorización del Área Metropolitana de Cúcuta, aunque el transporte en la ciudad fronteriza está en crisis, la implementación del proyecto va dentro del cronograma. Ya todas las busetas cuentan con el GPS y hasta el 1° de agosto tenían plazo para la instalación del contador de pasajero, este ha sido el punto más polémico de todo el proceso de modernización.

Según explicó el funcionario, se estableció que todos los vehículos deben tener un contador de pasajeros ya sean cámaras, barras y el torniquete, según sea las dimensiones de la buseta y la preferencia de la empresa, pero siempre y cuando no se obstruya el flujo normal de pasajeros. 

“En una buseta muy pequeña, no se podrá utilizar torniquete, se tendrá que usar otro método, pero lo que sí es necesario es que todos lo tengan (el contador)”, aseguró.

Así mismo dijo que por las calles de Cúcuta solo circulan busetas que aún tienen vida últil. Sin embargo, expertos aseguran que un porcentaje de estas busetas ya cumplieron con su ciclo de vida y operan a la vista de las autoridades. 

La Opinión consultó a la oficina técnica de la Secretaría de Tránsito de Cúcuta sobre el tema de chatarrización, pero manifiesta no tener información, de administraciones anteriores tampoco se dejó.

“La idea es que cada vehículo que salga de circulación se reemplace por uno nuevo. Hay algunos que le quedan dos o tres años, por ahora vamos a permitirles funcionar, pero siempre y cuando se adapten a los cambios establecidos”, dijo.

Operativos

Según el Área Metropolitana de Cúcuta,  desde el martes 22 de agosto comenzarán los operativos para sancionar e inmovilizar a todas aquellas busetas que no tengan el contador de pasajeros. Además junto con las autoridades de tránsito comenzará una revisión para determinar que estas cumplan con las normas mínimas de seguridad. Así como demostrar que están en óptimas condiciones para seguir prestando el servicio público colectivo.