Si usted es de los que está pensando en hacerse un tatuaje o una perforación para seguir tendencias y estar a la vanguardia de la moda, sepa que en Cúcuta y el área metropolitana son cada vez más los expertos que están montando establecimientos para atender la demanda de sus exigentes clientes.

Sin embargo no todo es color de rosa en este mundo del tattoo y no todas las tiendas que se abren cumplen las normas de asepsia, profesionalismo y confort para quienes llegan queriendo plasmar en su piel hasta los más extravagantes gustos.

En esta zona de frontera proliferan negocios que no son regulados por las autoridades de salud, operados por personas sin la suficiente experiencia, conocimientos y títulos necesarios para estar en el mercado del tatuaje, que es  una industria en crecimiento.

Auge en la frontera

Pedro Gélvez Rico, propietario de 'Pepo Tattoo', con formación académica en artes plásticas y diseño gráfico y quien se ha desempeñado como pintor, escultor, retratista y aerografista, considera que en Cúcuta como en las principales ciudades del país se está viviendo un verdadero boom del tatuaje.

Colombia está en estos momentos a la par de otros países de Suramérica, donde no se había explotado este arte como  en Europa y Estados Unidos, que tienen un avance en ese campo de más de 15 años, explica.

Esa modalidad cada día cobra más adeptos porque grandes futbolistas, famosos cantantes o modelos exhiben sus tatuajes, además de existir reality show y convenciones internacionales que magnifican ese mundo.  

En criterio de Pepo, como lo conocen sus amigos, el tatuaje es el reto de conocer y manejar una técnica, desmitificando esos estereotipos de que solo lo llevaban los marineros, presidiarios y personas del bajo mundo.

"Es una técnica llevada a un plano artístico con sus diferentes matices o estilos entre los que figuran el oriental,  neotradicional,  tradicional americano, realismo, blanco  y negro, retrato, geometría, dimensión, caligrafía y líneas, libre, entre otros". 

Él lleva 12 años capacitándose mediante seminarios con artistas de mayor trayectoria, cursos de bioseguridad, mejoramiento de las técnicas, actualizando los equipos  y los insumos y asistiendo a exposiciones nacionales en Medellín, Bogotá, Cali, Bucaramanga, para lograr mayor profesionalismo.

La piel es el lienzo

La piel en el tatuaje es el lienzo sobre el que se plasma la obras del artista y que la persona exhibe donde quiera que va, por lo que es más difícil de trabajar ya que cada trazo es definitivo y no se puede borrar o deshacer al quedar bajo la epidermis. 

En ese sentido un colector ya no viene a una tienda a hacerse un dibujo, una figura o un texto por sí mismo, sino que quiere llevar grabada en su piel una pieza de arte, por lo que cada vez los pedidos son más exigentes, dice Pedro Gélvez.

En el proceso creativo se emplean máquinas de diferentes sistemas, sean de bovinas o rotativas de un sinnúmero de marcas en el mercado, así como agujas de acero quirúrgico grado médico, un campo estéril y pigmentos de calidad, preferiblemente vegetales o veganos de marcas reconocidas nacionales o importadas de Estados Unidos y Alemania.

Sin embargo, lo primordial es trabajar en una zona estéril, aislada de mascotas, de contacto con la calle y alimentos.

Los elementos de trabajo como mesa, camilla, descansabrazos, cables y equipos deben estar aislados con envoplast, campos estériles o bolsas diseñadas específicamente para eso, libres de cualquier contaminación de fluidos al estar trabajando con heridas abiertas.

Una vez se termina la sesión de trabajo todos esos elementos se desechan para garantizar que el tatuaje sea lo mínimamente invasivo posible. 

Ojo con el precio 

En 2018 y lo que va del nuevo año han aumentado los negocios de tatuajes en Cúcuta, pasando de tres o cuatro locales que existían a cerca de 35, algunos legales y otros clandestinos, operando en la calle, a domicilio, dentro de barberías, siempre rodeados de mucha contaminación.

Los precios según los expertos deben ser motivo de alerta, porque si se cumple con los estándares de seguridad e higiene, una preparación básica de una mesa para empezara tatuar con todas las garantías está cerca de $80.000.

Si por una intervención le cobran $30.000, al cliente no le están dando ninguna garantía de  que la asepsia y la calidad de los productos sea la optima y por el contrario se podrái estar trabajando materiales muy básicos o reutilizados.

La situación migratoria de Venezuela, ha traído a la ciudad cantidad de tatuadores lo que está afectando la industria, según personas consultadas, "porque las personas ignoran que el tatuaje es tan delicado y su inadecuada manipulación podría generar una pandemia de VIH, hepatitis, entre otras enfermedades de transmisión".