El sábado 11 de agosto del año pasado, la fatalidad se ensañó con un grupo de jóvenes que viajaba a bordo de una camioneta por la carretera que del barrio Antonia Santos conduce al municipio de El Zulia.

En una curva cerrada, dos kilómetros antes del puente de esta última localidad, la camioneta se salió de la vía y quedó incrustada de trompa en un colector de agua lluvias. En el carro viajaban cuatro amigos, tres de ellos pudieron salir por sus propios medios, pero el cuarto quedó atrapado entre los fierros de la cabina. Había que esperar el arribo de ayuda.

En efecto, veinte minutos más tarde, socorristas del Cuerpo de Bomberos arribaron al sitio, pero les bastó echar una ojeada al carro donde estaba atrapado uno de sus ocupantes para admitir que las herramientas que llevaban consigo no eran las indicadas para el rescate. No obstante esta falencia, los brigadistas pudieron sacar con vida al joven para trasladarlo a un centro médico.

El no contar con los elementos y equipos adecuados puede resultar fatal a la hora de una emergencia en la que los pasajeros de un carro queden atrapados tras un choque, señaló el comandante del Cuerpo de Bomberos de Cúcuta, teniente Carlos Monsalve, quien ayer, en compañía del alcalde Donamaris Ramírez Lobo, presentó en sociedad el primer carro de rescate que llega a Cúcuta para el organismo de socorro.

Es una camioneta Hino Dutro Peam 300, color rojo, dotada de un equipo para rescate (técnica para liberar a personas atrapadas entre los fierros), cojines de rescate, mástil telescópico,  sierras de corte y otros equipos menores para rescate, fue adquirido hace mes y medio a un costo de $250 millones.

El teniente Monsalve destacó las bondades del automotor, para el cual, sin embargo, aún se requieren $70 millones para dotarlo de lo que le hace falta.

En una ciudad como Cúcuta, con más de 200.000 carros rodando por sus calles, y con un índice de accidentalidad desbordante que en 2009 la ubicó entre las ciudades más peligrosas en las vías, solo por debajo de Bogotá, Cali y Medellín, se estaba en mora de adquirir un carro de rescate para atender las distintas emergencias que ocurren, dijo el alcalde Ramírez Lobo.

El estreno de la máquina, equipada también con sierras capaces de romper carrocerías y racimos de varillas de hierro o acero, se produjo el pasado 5 de mayo durante el rescate de un automóvil que había caído al canal de La Cabrera tras ser arrastrado hasta allí por las fuertes lluvias que cayeron en la ciudad ese día.

Presupuesto completo

Durante la ceremonia de presentación del carro de rescate, el gobernante municipal aprovechó para anunciar que este año la administración municipal entregará la totalidad del aporte que se hace cada año al cuerpo de socorro, representado en $1.500 millones.

Ante esta revelación, el comandante Monsalve expresó su satisfacción con el mandatario, al señalar que era primera vez que un gobierno de turno les entrega el dinero completo. “De todos es sabido que nos ha tocado afrontar muchas emergencias este año, y en la mayoría sin herramientas y equipos necesario, por ello este anuncio del alcalde nos llega como caído del cielo”, manifestó el comandante del Cuerpo de Bomberos.

Los dineros serán desembolsados en próximos días y con ellos también se podrá cubrir el pago de salarios atrasados de los socorristas.

Alcalde aporta primeros $500 millones

Cúcuta contará con un carro escalera para atender las distintas emergencias por incendio que se produzcan en edificaciones mayores a tres pisos.

El anuncio se conoció ayer durante la presentación del primer carro de rescate con que cuenta el Cuerpo de Bomberos de Cúcuta, y el encargado de dar la noticia fue el mandatario municipal. “Sé que cuesta más de $2.000 millones, pero la administración se vincula a esta necesidad con $500 millones, al tiempo que extiendo la invitación al gobierno departamental, a los empresarios y gremios económicos para que se solidaricen con nuestros bomberos y con su causa”, expresó Ramírez Lobo.

Al justificar el carro escalera, el comandante del cuerpo de socorro señaló que la ciudad no puede seguir dando más espera para adquirir esta máquina, sin la cual es imposible atender emergencias en las que se origine fuego en edificios de más de tres pisos.