La temperatura en la ciudad se ha incrementado 2,2 grados centígrados y el déficit acumulado de lluvias en todo el departamento está en el 53 por ciento.

Así lo declaró Ómar Franco, director del Ideam, quien estuvo en Cúcuta este martes en el foro Acciones y mitigación de los efectos ambientales del fenómeno de 'El Niño' en Norte de Santander, al que asistió también el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo.

Durante el evento, Franco presentó alarmantes cifras relacionadas con la falta de precipitaciones en la región, correspondientes a un 85 por ciento en Cúcuta; 76 por ciento en Toledo, y un promedio similar en la mayoría de municipios.

Las únicas excepciones de los últimos días se dieron con las lluvias aisladas y focalizadas en La Playa de Belén y Chitagá.

Estas circunstancias, según el director, han afectado notoriamente el territorio, además de incidir en la reducción de los niveles de los ríos.

Actualmente están en alerta los afluentes que pasan por Salazar de las Palmas y Chinácota, por debajo de un metro del nivel, “y el río Pamplonita, que está en condiciones críticas”.

En relación con la posiibilidad de ocurrencia de incendios forestales, Franco indicó que la alarma se encuentra en la parte oriental del departamento, que limita con Cesar.

En vista de que los primeros responsables de todo proceso preventivo son las autoridades locales, el funcionario aprovechó la presencia de los alcaldes de Los Patios, Teorama, La Playa, El Tarra, Villa del Rosario, entre otros, e insistió en que se deben aprovechar las llamadas lluvias deficitarias, para mitigar la escasez futura.

“Lo que no aprovechemos de las lluvias de abril y mayo, lo lamentaremos”, dijo. “Podríamos tener una emergencia peor que la actual, durante julio, julio y agosto” temporada de menos lluvias.

Igualmente recordó que en diciembre de 2015 ningún municipio del país aprovechó las lluvias ocasionales, a pesar de que el Ideam hizo las advertencias pertinentes, y las consecuencias se tienen con los registros históricos más bajos del nivel de los ríos del país.

“Puede llover un poco, pero no podemos bajar la guardia porque las escasez de descargas de agua en el país hace que la situación actual sea crítica”, dijo el ministro.

Tanto Franco, como el ministro Vallejo, insistieron en la necesidad de incluir el tema de cambio climático en sus planes y esquemas de ordenamiento territorial, y recomendaron guiarse por el atlas nacional del clima, disponible en la página web del Ideam.

“Si ustedes saben qué tanto llueve en sus municipios, cuándo hay temporadas secas, pueden planificar mejor sus territorios”, agregó Franco.

Por su parte, Gregorio Angarita, director de Corponor, dijo que los preocupantes datos presentados por el Instituto obliga a la corporación a mantener algunas de sus decisiones recientes.

“La realidad que nos presentan me lleva a evaluar la posibilidad de mantener la suspensión de materiales de arrastre sobre el río Pamplonita”, comentó.

También, dijo que se hará un acompañamiento constante a las 40 alcaldías para que en el ordenamiento territorial, que será revisado exahustivamente, se incluyan planes de reforestación.

“Debemos multiplicar la educación ambiental, y prepararnos para lo que venga”, aseveró.

Santurbán: inquietud abierta

El diputado Jhon Edisson Ortega cuestionó que durante el foro se hubiese pasado por alto el páramo de Santurbán.

Para Ortega era fundamental analizar los efectos de la minería subterránea en la zona y las afectaciones a las fuentes hídricas, situaciones que no son ajenas al fenómeno de El Niño.

En respuesta, el ministro Vallejo respondió que actualmente se da una lucha constante contra la minería ilegal, y comentó que Norte de Santander no es una de las zonas más afectadas por este hecho.

En relación con el fallo de la Corte Constitucional, que protegerá los páramos, Vallejo dijo que se acatará cualquier fallo y que se pronunciará sobre los alcances del mismo, en cuanto lo conozca.

Luis Alberto Giraldo, coordinador del Sistema Ambiental del ministerio, manifestó que hoy en día no hay ningún tipo de explotación minera en zona de páramo, con licencia, en jurisdicción de Norte de Santander.

*La Opinión