Casi tres meses después de  haberse habilitado el intercambiador vial de Atalaya, los vecinos de Chapinero, Comuneros, La Victoria y Palmeras siguen con sus calles rotas.

Pese a que en 2015, cuando se inició esta obra y se trazaron algunas calles de estos barrios como rutas alternas, la Gobernación le había prometido a la comunidad que les dejaría las vías como nuevas la realidad es otra.

Rodrigo Niño, presidente de junta de Chapinero, dijo que hace un par de semanas los presidentes de estos cuatro barrios le enviaron un oficio al gobernador pidiéndole que cumpliera los compromisos adquiridos en estos sectores.

“Desde que se inició la obra los contratistas nos reunieron para hablar sobre cómo se repararían las vías que resultaran afectadas, pero ahora dicen que eso es competencia de la gobernación y la alcaldía y nadie nos responde”, agregó Niño. “Y eso que en Chapinero tenemos las vías más dañadas de toda la ciudad”.

Mientras que los presidentes de junta siguen tocando puertas en la administración municipal y departamental en busca del asfalto, vecinos como Ana Dolores Rolón ya no le creen a los gobernantes.

“La calle 2 con avenida 6 de Chapinero ha estado en pésimas condiciones desde hace más de una década y ahora es intransitable, a esto se le suma que por el constante tráfico las redes de acueducto y alcantarillado colapsaron y urge una reposición”, explicó Rolón.

Desde noviembre pasado, Rafael Segundo Ramírez, secretario de Infraestructura Departamental, reiteró que su despacho trabaja en un  diagnóstico de las vías afectadas para trabajar de la mano de la Alcaldía en la reparación de las vías, sin embargo la comunidad sigue a la espera de una solución.