Es tan abultada la cartera morosa de las Empresas Promotoras de Salud (EPS) a clínicas y hospitales de Cúcuta, que en el Instituto Departamental de Salud (IDS), los empleados dijeron que tardarán entre dos y tres días para conocer una cifra concreta.

El director de ese despacho, Juan Alberto Bitar, dijo en la mañana que no conocía una cifra exacta de la deuda, pero que “era bastante platica” la que adeudaban. Agregó que el dato real lo manejaba la directora de Atención en Salud, María Victoria Bermonth, pero esta funcionaria aseguró cuando se le requirió por la cifra que en dos o tres días la podía dar a conocer.

“Estamos revisando los libros, no solo los de acuerdo de pago, sino los de las deudas”, dijo la funcionaria.

Este desconocimiento fue calificado por los veedores de la salud de Cúcuta de irresponsable con los usuarios de la salud, por cuando las autoridad, que es la encargada de vigilar lo que están haciendo las EPS con los pacientes, ignora cosas tan elementales como la deuda que tienen con la red prestadora de salud.

“Por este incumplimiento con clínicas y hospitales los únicos afectados son los usuarios, dado que la suspensión de los servicios se multiplica cada vez más y con ello las oportunidades de acceder a cirugías programadas y consultas con especialistas”, dijo el presidente del sindicato de la salud del departamento, Aristides Hernández.

Es el caso de la suspensión de servicios a los usuarios de Cafesalud por la clínica Medical Duarte, cuyas directivas aseguraron que les deben cerca de $20 mil millones.

Sobre esta lentitud para salir en defensa de los usuarios, se pronunció también el director de la Fundación Provida, Nicolás Salazar, quien le exigió a Bitar más celeridad para exigir el respeto de los derechos de los pacientes.

“Si (IDS) consideran que su labor solo debe limitarse a enviar correos u oficios a la Supersalud, que menos hace aún como ente rector en la prestación de los servicios, reflexionen sobre su misión de vida y por lo menos salgan a los medios de comunicación a poner la cara”, dijo Salazar, veedor de salud.

La Opinión recorrió el Hospital Universitario Erasmo Meoz y las clínicas más grandes de la ciudad, en donde se concentra el mayor volumen de atención de usuarios de las EPS, y pudo constatar que el dinero que les adeudan supera 200 mil millones de pesos.

En el solo Meoz la cartera de las EPS asciende a 87 mil millones de pesos, desde el año 2000.

La EPS Caprecom, en liquidación, es la mayor deudora del hospital, con $33 mil millones.

Asimismo, se conoció que a la clínica Unipamplona las deudas de las EPS ascienden a 50 mil millones de pesos por concepto de los servicios que le ha prestado a las diferentes EPS de los regímenes contributivos y subsidiados.

‘El país nos desonoce’

Algunos gerentes de clínicas y hospitales se pronunciaron ayer sobre la crisis económica que afrontan por las deudas de las Eps.

Guillermo Arámbula Ochoa, gerente administrativo de la clínica San José, dijo que al igual que a todas las IPS los ha afectado mucho el incumplimiento de las EPS y la demora en los pagos de las aseguradoras del Soat.

Por su parte, el gerente de la clínica Los Samanes, Diego Rangel, sostuvo que las dificultades del sector salud en Norte de Santander radican en que el departamento no existe para el país, “porque todo se maneja centralizadamente desde Bucaramanga y a Norte de Santander le mandan las sobras”.

Rangel dijo que tuvo que suspender los servicios a Coomeva, porque desde hace 10 meses le adeuda 160 millones de pesos.

La Opinión