El parque Santander, en el corazón de Cúcuta, es un sitio de encuentro y donde a diario se tejen experiencias de vida, bajo la sombra de los árboles que hay en el entorno.

Buscando mantener el componente verde de la zona y recuperar 14 árboles que habían sido talados por problemas fitosanitarios, que representaban riesgo para los transeúntes, se hizo una jornada en la que se plantaron mangos y mirtos costeños.

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La campaña de embellecimiento y de generación de entornos paisajísticos saludables, fue liderada por un grupo de jóvenes que se unieron para mantener el legado del fallecido ambientalista, Jaime Uriel García y su colectivo Movilidad Cúcuta.

De acuerdo con el funcionario de la autoridad ambiental, Norwen Moyano, una de las recomendaciones fue plantar especies nativas, tanto frutales como ornamentales, para favorecer la presencia de aves.

Una de ellas, el mirto costeño, tiene la característica de perfumar el ambiente, al tiempo que atrae a la biodiversidad.