La actual terminal de transporte terrestre de Cúcuta comenzó a implementar acciones que permitan devolverle el orden a este espacio que es el punto de encuentro de los viajeros en la ciudad.

De ahora en adelante, en la zona de operación solo podrán estar los pasajeros con tiquetes, conductores y buses. Para hacer cumplir esta norma, la central de transportes instaló unas barreras funcionales que regularán el paso.

“Esto parecía una plaza de mercado: no había orden. Vendedores ambulantes, conductores, pasajeros, familiares, en fin”, manifestó Óscar Sandoval, gerente de la terminal. “Aquí entraba todo el mundo y podían hacer de todo”.

Sandoval reconoce que no ha sido nada fácil, cambiarle el concepto que tenía la gente de que “aquí se podía hacer de  lo que se quería y nadie decia nada”. Esta es solo una de las medidas que se tomaron para garantizar la seguridad de los viajeros.

Tembién le pondrán mano dura a los vendedores ambulantes, quienes ya no podrán estar dentro de la zona de embarque. Además, tendrán que uniformarse para ser identificados.

Quienes venden en locales, no podrán extender su mercancía por todo el pasillo. Los que incumplan con el arriendo o engañen a los viajeros tendrán sanciones.

Las empresas transportadoras también estarán vigiladas. No podrán aprovecharse de los pasajeros y deberán tener sus carros en muy buenas condiciones para garantizar su viaje.

Otra de las novedades es la habilitación de solo tres entradas peatonales, de las más de 20 que existián.

“Esta infraestructura no podrá ser una belleza. Tampoco sabemos cuánto tiempo más vamos a durar aquí, lo importante es que mientras estemos, hagamos las cosas bien”, destacó Sandoval. “Tenemos que quitar esa mala imagen que se tiene de esta terminal”.

Sin embargo, no a todos les cayó bien la noticia.

Los vendedores fueron quienes más malestar mostraron. Estas medidas entraron en etapa pedagógica por dos meses.

La Opinión