“Se está construyendo lo que sería el decreto de reglamentación del despliegue de infraestructura de telecomunicaciones en la ciudad”, así lo confirmó Wilmar Cepeda, secretario de la oficina  TIC del municipio, durante el conversatorio de Infraestructura de Telecomunicaciones.

Cepeda dijo que este proceso lo adelantan con el acompañamiento tanto del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, como con la Agencia Nacional del Espectro (ANE).

“En este momento ese despliegue está limitado porque nuestro Plan de Ordenamiento Territorial-POT nos dice que las antenas no se pueden ubicar en zonas residenciales, nosotros vamos a reglamentar dónde sí se puede, es decir, en el espacio público, en zonas no residenciales y de transición”, dijo Cepeda.

Uno de los problemas de no contar con protocolos para la instalación de las torres y antenas, es que al establecerse las relaciones directamente con los dueños de los predios en los que se instalan, no se realiza ningún tipo de tramitología con la administración, lo que impide el inventario de las antenas en el municipio. 

Con el nuevo decreto de reglamentación se busca un proceso de regularización, que obliga a que estas empresas que han instalado dispositivos, entreguen inventario y presenten un plan de despliegue, que debe ser aprobado por Planeación y la Secretaría TIC, para permitir o no las instalaciones.

Cepeda agregó que su oficina apunta a que se utilice más el espacio público para que, como en otras ciudades, se pueda invertir ese dinero en la ciudad misma.

“Se necesitan antenas mucho más pequeñas, mimetizadas, que compartan con el ambiente y que además generen una retribución para la comunidad, una luminaria, una cámara de seguridad, un valor agregado que podamos disfrutar todos y no solo el reconocimiento económico para un particular”, añadió.

No son perjudiciales 

Durante el conversatorio se dijo que no hay estudios con evidencia suficiente que demuestren que las antenas utilizadas para los sistemas de telecomunicaciones, es decir, las de telefonía móvil, producen efectos adversos en la salud.

Laura Núñez, ingeniera de la Subdirección de Vigilancia y Control de la ANE, dijo que han realizado 28 millones de emisiones y los resultados dicen que las estaciones cumplen con los límites estipulados por la norma y son avalados por la Organización Mundial de la Salud.