Los vecinos de Belisario Betancur y Palmeras ya empezaron la cuenta regresiva para evitar que el puente que une a ambos sectores colapse producto de la socavación del caño que lo atraviesa.

Con el contrato de obras de protección, control y mitigación en la quebrada La Cañada sector puente Belisario-Palmeras, adjudicado por la Secretaría de Infraestructura Municipal al consorcio La Cañada 2016, cuyo representante legal es Jaime Hernando Tenjo Contreras, la Alcaldía pretende mitigar el riesgo de deslizamientos del terreno aledaño y el desplome de la estructura vehicular.

Las obras, que incluyen desmonte y limpieza del lote donde está ubicado el puente y el canal a cielo abierto, la demolición de las paredes en concreto del canal existente, retiro de material contaminado, relleno con grava de material de río y compactación del terreno, instalación de concreto impermeabilizado para el cimiento del piso del canal y box culvert, muros de contención del canal,  y revegetalización y estabilización de taludes con línea o barrera de pasto vetíver,  deberán finalizar antes del 31 de diciembre.

Este puente había sido intervenido en 2002, dos años después de haber colapsado por el desmoronamiento del canal que tiene por vecino.

Desde agosto de 2014, la comunidad de Belisario Betancur le había pedido a la administración municipal su intervención porque el fétido canal empezó a desmoronarse con las fuertes lluvias y el desvío que un particular le hizo a esta artesanal estructura.

El canal pasó de tener 4 metros de ancho a 8 y su profundidad también aumentó notoriamente.

Solo hasta hace un par de meses sus peticiones tuvieron eco, por lo que la comunidad se mostró satisfecha con el nuevo proyecto a la espera de que la canalización completa del caño también sea una realidad.

Los líderes comunales Fredy Vega y Claudia Latorre fueron los voceros comunitarios en los últimos años y gestionaron las visitas de Planeación Municipal, la oficina de Gestión del Riesgo y Corpornor, para agilizar las ayudas.