Lo que pareció un intento de suicidio dentro de uno de los Comandos de Atención Inmediata (CAI), resultó ser una estrategia de un preso para escaparse, pero el plan no le salió como esperaba.

Todo ocurrió el mediodía del jueves, cuando el venezolano Richard Anderson de la Rosa Ramírez, capturado el 1 de agosto de 2019 y recluido en el CAI -Kennedy por estar inmerso en un proceso por extorsión, decidió autolesionarse sus brazos y así lograr ser evacuado a un centro médico.

“Cogió y desarmó una de las cuchillas de afeitarse y se cortó los dos brazos. Eso generó pánico entre todos los presos”, contó una fuente judicial.

Según se conoció, el venezolano planeó todo para lograr ser evacuado a un centro médico, pero los custodios no permitieron su salida.

Lea además Así se vive en las estaciones de Policía de Cúcuta

“Lo que tenemos claro es que quería que lo sacaran y así aprovechar para volarse. Pero, se decidió atenderlo dentro del mismo CAI. Luego se generó la reacción de los otros presos que pretendieron amotinarse en contra de los uniformados y para ello quisieron tumbar el sanitario y así lanzar objetos a los custodios”, dijo la fuente.

Pasados unos minutos, llegaron uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y controlaron la situación.

El coronel José Luis Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que sus estaciones no son para tener personas privadas de la libertad.

“Hemos generado una requisa en todas las estaciones para evitar cualquier novedad. Tenemos 220 presos. El Inpec nos recibe a quienes ya están condenados, pero los procesados infortunadamente los tenemos nosotros”, dijo el coronel.

Palomino además aseguró que “estamos en un proceso con la Alcaldía y la Gobernación para que el Inpec los reciba, aunque no es funcional de ellos, necesitamos un sitio adecuado donde tener a los sindicados mientras son condenados”.