La cartografía del instrumento final del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Cúcuta sigue teniendo inconsistencias. Así lo dijeron los gremios productivos locales, que analizan al detalle cada uno de los 33 mapas que componen el documento, que la Alcaldía publicó en su página digital.

Los planos, uno de los principales motivos por los cuales la secretaría de Planeación reversó la propuesta final en dos oportunidades, siguen siendo objeto de discusión.

La coordinadora de la veeduría ciudadana del POT y representante de Camacol, Margarita Contreras, dijo que el primer hallazgo fue en los mapas, publicados en el portal web municipal con formato .pdf, que no permite hacer las superposiciones de la planimetría.

Explicó que los mapas deben ser elaborados en formato shape, que funciona en capas y que permite trabajar de manera más ágil en el estudio de detalle territorial que realiza la veeduría.

Contreras aseguró que en la propuesta final del POT no se fijaron los estudios técnicos que soporten tanto la cartografía como el proyecto de acuerdo.

Con estos estudios, explicó, la veeduría podría cotejar la información y las dudas.

Hay aspectos que les preocupan a los gremios, como la poca profundización en temas tan importantes como el manejo del espacio público y la movilidad. Sostienen que el texto maneja los términos y los menciona, pero no se profundiza en ellos para aclarar cómo se organizará la ciudad al respecto.

Esto debe quedar plasmado en el documento, pues el POT son las bases para organizar la ciudad durante los próximos 12 años, dijo Contreras.

Esta semana, los gremios se reunieron para observar dónde están las inconsistencias. Manifestaron que en la parte de planes parciales la información tampoco está completa, porque aun cuando existen normas vinculando estos espacios con un uso específico del suelo, sin embargo, en el actual POT aparecen otros usos.

Se está levantando un documento en conjunto con las observaciones que tiene cada gremio. El texto será entregado en una semana al Municipio.

“Si un ciudadano común tiene exigencias y observaciones, puede hacérnoslas llegar, para incluirlas, porque queremos construir un documento sólido y concreto”, dijo.

Contreras indicó la necesidad urgente de adecuar el lenguaje del documento para que los líderes comunales entiendan cada letra de la propuesta.

Los aspectos técnicos están siendo mirados “con lupa” por los expertos. 

Actualmente, el documento también está en manos de Corponor, para que analice lo relativo al tema medioambiental.

Una vez terminado el análisis ambiental el texto es presentado al concejo territorial, entidad que también puede sumar modificaciones al documento, para que posteriormente lo analice y lo apruebe el Concejo.