No son sitios turísticos, pero para los cucuteños siempre guardarán un gran valor sentimental. Caminando por el Centro vemos lo que queda del hotel Tundaya, mucho antes llamado Hotel Palace; fue sitio de concentración del Cúcuta Deportivo y oficinas temporales de la alcaldía. 

El hotel Tundaya, calle 10 con avenida 6; funcionó hasta 1994 cuando se le arrendó a la alcaldía mientras remodelaban el palacio municipal.​ (Foto: Juan Pablo Cohen/La Opinión)

La Bomba Rosetal vendió gasolina hasta el 2006. Está ubicada en el triángulo de la avenida Grancolombia con calle 8 y avenida 1E del barrio Popular. (Foto: Juan Pablo Cohen/La Opinión)

Homenaje a la Estación Central del ferrocarril del norte, pasaje de la calle 11A con avenida 6. Esa línea férrea funcionó de 1888 a 1960. ​(Foto: Juan Pablo Cohen/La Opinión)

El sistema férreo, pionero en el país, hace presencia con el puente Araujo, la Estación Sur, un pequeño arco en homenaje a la Estación Central y lo que hoy conocemos como la Bomba Rosetal en el barrio Popular, que también fue una parada del tranvía. 

Casa del carismático Antonio Mojica, en la calle 11 con avenida 2. Atrae su arquitectura isabelina y porque desde 1910 funciona allí una venta de revistas que abre cuando quiere.(Foto: Juan Pablo Cohen/La Opinión)

Imponente y hermosa permanece en pie la casa de Don Antonio Mojica, con su arquitectura inglesa que capta las miradas de todos los transeúntes. 

Puente Araujo. Su estructura metálica fue importada desde Inglaterra y entró en funcionamiento a finales del siglo XIX. (Foto: Juan Pablo Cohen/La Opinión)

Ruinas del antiguo matadero municipal, construido en 1930 en el barrio Sevilla. ​(Foto: Juan Pablo Cohen/La Opinión)

Lo que queda del antiguo matadero municipal son ruinas; sus vecinos aún recuerdan lo que fue en su momento un lugar moderno y controversial por su ubicación y los problemas que representaba para los barrios que lo rodeaban.