Luego de un mes y 12 días exactamente, los niños de la zona rural de Cúcuta tendrán transporte escolar. Las penurias que han pasado los 1.888 alumnos de unas 18 instituciones educativas es una injustica, como la califican los padres de familia y la propia comunidad.

Los niños tenían que ir a pie, en bicicleta, o pagar 2.000 pesos diarios para ir a clases.

En el caso del Carmen de Tonchalá los niños han tenido que caminar hasta más de 10 kilómetros durante dos horas para ir a escuchar clases. La voluntad y las ganas de estudiar son únicas.

Una de las madres de las niñas afectadas, Rocío Gómez, explicó que en ocasiones tuvo que dejar de enviar a su hija porque no tenía dinero para el bus privado, y el recorrido en solitario para un niño es un cúmulo de riesgos.

Por fin llegaron los buses. El contrato fue adjudicado el 4 de marzo a la Unión Temporal Escolar 2019; pero aún los niños estaban esperando. Se creía que el lunes pasado empezarían; sin embargo, no llegaron las unidades vehiculares.

Se espera que hoy arranque el servicio de 39 rutas. 

Freddy Gutiérrez, líder del barrio Delicias en el anillo vial, sector occidental, explicó que el transporte para los niños de esta zona es vital, porque son muy pobres y termina siendo una estrategia de permanencia en las aulas de clases.

Los niños no entienden de tiempos contractuales, pero muchos dejaron de asistir a clases por no tener el servicio disponible desde el día uno, como ocurrió en el período escolar pasado.

La asistencia en el colegio de Carmen de Tonchalá no se ha regularizado, y esperan los docentes que con el arranque del servicio se normalice.

Los niños de la zona rural son trasportados en 39 vehículos por 160 días del calendario escolar.

Mientras que para los niños que vienen desde Venezuela son 25 rutas de transporte con 19 vehículos, y se benefician 2.023 estudiantes. Este beneficio fue contratado por 125 días del calendario escolar.