La carta que el 16 de mayo le dirigió el director del Instituto Municipal de Recreación y Deportes (Imrd), Raimon Eider Hernández, al presidente de la junta comunal de Quinta Oriental, Carlos Gamboa, solicitando la entrega de las llaves de la cancha sintética, desató de inmediato una tormenta en esa comunidad, al considerar que el escenario les pertenece y debe seguir bajo la administración de la junta.

Los vecinos justifican su posición en el sentido de que si bien la cancha fue construida con recursos del municipio, los terrenos donde se encuentra son de propiedad de la junta, “por tanto somos nosotros quienes debemos administrarla”, dijo Gamboa.

El líder comunal señaló que no se explica con qué intereses Hernández quiere asumir la administración de la cancha, máxime cuando desde que recibieron la cancha no han hecho cosa distinta a facilitarla para la práctica de actividades deportivas de los niños y jóvenes del sector, sin ningún costo.

¿Cómo se deben administrar las canchas sintéticas de fútbol que fueron construidas por el gobierno para el uso de la gente? Esa es la pregunta que hoy se hacen los deportistas aficionados, niños, papás y líderes comunales, quienes advirtieron que el tema promete convertirse en un dolor de cabeza. 

En Quinta Oriental, por ejemplo, la alcaldía invirtió $650 millones en la construcción de la cancha, pero una vez culminada permaneció cerrada, ‘inexplicablemente dos meses’, lapso en que la comunidad decidió, por las vías de hecho, asumir el control del escenario.

Lo que se rumora en el barrio era que el IMRD iba administrar el escenario, cobrando una cuota a quienes quisieran hacer uso de él, como ya ocurre con otras canchas sintéticas de la ciudad.

En Prados del Este, vecinos se quejaron porque en la cancha que les construyó la alcaldía no juegan los niños del barrio sino gente que viene de otros sectores de la ciudad. “Nos aseguran que pagan al Imrd para hacer uso del escenario, lo cual no es justo”, dijo Josefina Duarte.

Oscar Asaf, líder de Quinta Oriental, señaló que no van a aceptar que se tenga que pagar al Imrd para hacer uso de la cancha que está en el barrio, “eso no tiene explicación”.

Para Nelson Javier Caviedes, vecino de esta comunidad, es necesario que la alcaldía defina prontamente el uso de estos espacios, porque por ejemplo si su nieto quisiera divertirse jugando en una de estas canchas solo tendría dos opciones: la primera, pagar el costo del alquiler por hora, que podría variar entre los $40.000  y $60.000 o afiliar al niño en la escuela de fútbol de Quinta Oriental, porque de lo contrario este espacio ya no estaría a su alcance. 

“Se supone que la cancha se hizo para que la gente del barrio juegue, pero nos va a pasar lo mismo que a la gente que vive en La Libertad o en Prados del Este, adonde van personas de otros barrios a jugar campeonatos y a la gente del barrio le toca sentarse a mirarlos”, denunció. 

El director de la escuela Real Palmeras Comuneros, Oscar Enrique Gómez, aseguró que en Cúcuta todas las canchas, sean privadas o públicas, tienen dueño. “Nadie puede jugar en ellas sino paga”. El dirigente deportivo llamó la atención de la alcaldía para que le ponga fin a esta situación.

La Opinión buscó en su oficina al director del Imrd y lo llamó cuatro veces a su teléfono celular, pero no fue posible localizarlo para que diera su versión sobre el uso de las canchas sintéticas. La asesora jurídica de la entidad, Osmani Alexandra Rojas, desmintió que el Imrd vaya a despojar de la administración de la cancha a la junta de Quinta Oriental.

Jal deben administrarlas

Que sean las Juntas Administradoras Locales (Jal) las que administren los escenarios deportivos en las comunas. 

La propuesta la hicieron deportistas y vecinos de los barrios donde se construyeron estos escenarios por parte de la Gobernación y la alcaldía. De esta manera se pondría fin a la polémica de quién debe estar al frente de ellas.

Las Jal serían responsables de la administración y del mantenimiento  mientras dure el periódo de los ediles electos.

El presidente de Quinta Oriental, Carlos Gamboa, dijo que las canchas deberían ser administradas por ellos: “Es lo más lógico, porque sabemos quiénes son los que juegan siempre ahí, quiénes son los del barrio, ¡queremos que como presidentes de junta nos dejen administrar las canchas!”.  

El cobro por el uso de estos escenarios, según miembros de la junta, debe hacerse porque se trata de una figura conocida como parques autosostenibles, los cuales deben pagar  el alumbrado, debido a que no es del mismo público y un costo módico extra que sirva para el mantenimiento de la cancha.