El transporte de pasajeros en automóviles blancos que empezó a operar a través de la empresa de Transporte Ontiveros en la ciudadela de Juan Atalaya, tiene levantada toda una polvareda entre los demás transportadores, bajo el supuesto de que esto no es legal ni está autorizado.

Para el común de la gente y de los transportadores de taxi formales, estos carros están prestando un servicio colectivo que no está autorizado, como tampoco lo está en Cúcuta para los taxis que prestan el servicio bajo esta modalidad.

Las reacciones empezaron a surgir de todos lados e, incluso, de los mismos usuarios, estos últimos los más contentos con el servicio que se les está prestando a través de estos carros, debido a que, según ellos, es más eficiente, seguro y rápido para su movilidad.

Según conoció La Opinión, la finalidad de este servicio, que se presta cumpliendo rutas como lo hacen las busetas, es la de formalizar a unos 833 taxis que hoy prestan el servicio no autorizado de colectivos en las ciudadelas de Juan Atalaya, Belén, La Libertad y Aeropuerto.

Para el subdirector de Transporte del Área Metropolitana, José Gregorio Botello, no hay ilegalidad en el servicio que se está prestando con los automóviles blancos, debido a que el decreto 170 de 2001 (del ministerio de Transporte), lo permite en la tipología A, que es modalidad de transporte colectivo en carros con capacidad de 4 a 9 pasajeros.

El gerente de Transportes Ontiveros, Harold Peñaranda, reafirmó lo que dice Botello y argumentó que en este caso se está reemplazando la buseta por el automóvil, porque así lo admite el decreto. Esto lo estamos haciendo de acuerdo con las necesidades de transporte en determinadas zonas de la ciudad.

El empresario aclaró que no se trata de taxis colectivos; el servicio sigue siendo el mismo que se presta con busetas, en rutas establecidas, con restricciones como no hacer carreras individuales ni salir del área metropolitana; aquí solo se reemplazó la lechuza por el automóvil, subrayó.

Sin embargo, para los empresarios de taxi si hay algo de ilegalidad.

“El vehículo de servicio público tipo individual de pasajeros (taxi) viene reglamentado así y en ninguna parte la norma señala que ha cambiado el color o para otra modalidad que no puede llegar a ocurrir”, dijo Carlos Alberto Sánchez, representante de una empresa de taxi de Cúcuta.

Para el transporte colectivo están las busetas y para el individual los taxis, acotó Sánchez.

A las mismas concesionarias de carros las tomó por sorpresa la decisión de emplear automóviles en lugar de busetas, ya que no cuentan en la actualidad con los 800 carros que se aspira entrarán en circulación en próximas semanas.

Fórmula contra la piratería

Emplear autómoviles permitidos por la autoridad del transporte en reemplazo de las busetas es lo que se pretende, para golpear la piratería en el transporte público de pasajeros.

En la ciudad más de ochocientos taxis incursionaron en los últimos años en la prestación del servicio de transporte colectivo en Cúcuta, algo que no está permitido en este tipo de carros.  Significó un golpe duro para el transporte formal que, en un intento por competirles a los piratas y satisfacer las necesidades del servicio de los habitantes de las ciudadelas de Juan Atalaya, La Libertad, Belén y Aeropuerto, sus empresarios ahora están reemplazando las busetas por automóviles, esto con el fin, según ellos, de obligar a los taxis a trabajar en la modalidad que les está permitida, dijo el subdirector de Transporte del Área Metropolitana, José Gregorio Botello.