Una de las preocupaciones expuestas durante la presentación del análisis de la  revisión ordinaria del Plan del Ordenamiento Territorial de (Pot) Cúcuta a las comunas fue la preservación de las zonas de ambientales.

El Pot existente y validado hace 12 años, es revisado para adecuarlo a los requerimientos de urbanismo de la ciudad, según su crecimiento.

Con esto se pretende es ser más equitativos en el uso de suelo, dijo Cristian Buitrago, secretario de Planeación del Municipio. Además, romper con el crecimiento desbordado por falta de legislación. 

“La ciudad puede seguir creciendo, pero lo debe hacer de manera ordenada; hay que mirar los lineamientos ambientales: por ejemplo el bosque seco tropical que existe en la zona debe ser delimitado, esto permitiría la conservación de la zona”, dijo Buitrago.

Aunque no hay cifra exacta, se cree que en Norte de Santander hay 182 hectáreas de bosque seco y la mayoría están en áreas privadas. Además, son las últimas reservas que quedan, de centenares de miles de hectáreas ya destruidas.

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Actualmente, según el Pot, el Municipio tiene 56.918 hectáreas de áreas protegidas, lo que corresponde a 48 por ciento  de un total de 113.564

Con esta preservación, el objetivo es asegurar el suministro de agua para el consumo humano y  actividades agropecuarias e industriales y mantener la calidad del aire.

También se conoció que en áreas destinadas a la protección y que hacen parte de la estructura ecológica, se vienen llevando a cabo actividades mineras.

Dentro del Pot vigente para las áreas de manejo especial de Los Cerros Tasajero, Cerromono y Morretón se permite la minería bajo unos estándares de manejo ambiental.

Buitrago aseguró que para tratar el tema ambiental, la consultoría de Pot se reunirá con Corponor y Planeación  Municipal, para evaluar esta primera fase, con el objeto de no esperar hasta el final para  hacer la validación de los lineamientos ambientales.

Dentro de la exposición a los comunales se dejó claro que con la reglamentación del  uso de los suelos se va a garantizar que no haya una expansión sin que exista sustento jurídico de que al menos van a contar con los servicios públicos.

Según el diagnóstico, el área total del suelo del municipio es de 113.564 hectáreas, de las cuales 6.328 hectáreas pertenecen al suelo urbano y 105.448 al área rural, lo que indica que en la ciudada hay un área de suelo de expansión de 1.786 hectáreas.