Los vecinos del parque de Ceiba que colinda con el canal Bogotá no salen de su asombro por el olvido de más de 25 años en que los alcaldes de turno han mantenido al escenario.

El abandono no se compadece con un parque que envidiarían los vecinos de cualquier barrio de Cúcuta, como quiera que por su frondosa arborización la sombra cubre por completo la manzana donde se encuentra.

Es quizás de los lugares más paradisiacos de la ciudad, solo que sus muros se caen a pedazos y el pido se hunde ante la indiferencia oficial.

Una capa hojas y basura de diez centímetros de espesor cubre por completo el piso, es como si se caminara sobre un terreno acolchado, pero es porque a lo largo de los años le han negado el barrido.

Las bancas desaparecieron y los juegos infantiles son un montón de hierros retorcidos y oxidados, dijo Eleonora García, una vecina que le ha tocado convivir con el parque desde que antes estuvo invadido por vendedores de gasolina de contrabando.

Hace cinco años, en lugar de niños a jugar los que llegaban al parque eran carros particulares y taxis a tanquear. Durante mucho tiempo estuvo convertido en una estación de servicio ante la mirada cómplice de las autoridades, dijo García.

El presidente de la junta de acción comunal, Luis Raúl Ortega, denunció que llevan muchos años pidiendo a la alcaldía y a la gobernación que se haga inversión al parque, para no dejarlo morir y para recuperar sus árboles, “pero nunca nos han dado una respuesta positiva”.

El parque no estuvo en los planes de los últimos gobernantes que entregan su mandato este año. Si se consigue algo será con los nuevos que asuman a partir de enero, dijo el dirigente comunal.

Los muros del parque se caen a pedazos por la falta de mantenimiento e inversión.

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En San Martín  también pasa lo mismo

Si en Ceiba llueve, en San Martín no escampa. En este barrio que se considera uno de los más antiguos de la ciudadela La Libertad, la alcaldía ni la gobernación fijaron sus ojos en sus escenarios. Tanto el parque cacique Kukuta, ubicado entre avenidas 8 y 10 con calles 8N y 8AN, al igual que la cancha del Divino Niño están convertidos en verdaderos potreros, dijo el edil de la comuna 4, Alfonso Parra.

El dirigente dijo que de nada han valido todos los oficios dirigidos a los tres últimos alcaldes, y los encuentros sostenidos con funcionarios de Planeación para evaluar lo que se les tiene que hacer en ambos lugares.

En la actual administración no clasificamos ni para arreglo de calles ni para el embellecimiento de nuestros escenarios. Somos el patito feo de Cúcuta, dijo Parra.

La alcaldía les contestó que si bien estaban priorizados las obras en San Martín, no se pudo obtener disponibilidad presupuestal para recuperarlos.

Los escenarios del barrio San Martín, también en el abandono. Las tres últimas administraciones le han hecho el quite al arreglo del parque y la cancha.