Como si se tratara de un comportamiento normal, en el barrio Los Caobos siguen apareciendo negocios que funcionan en donde a los propietarios les parece. Incluso en el andén.

El nuevo caso corresponde al negocio Tango Café, ubicado en la avenida 1E #20-56, del citado barrio, donde los administradores extendieron el local, con techo, cortinas, mesas y sillas hasta la calle, sin importar que haya quedado bloqueado el paso de los peatones por el andén.

Pero además de esto, el piso quedó elevado unos 50 centímetros, impidiendo por completo que por allí puedan caminar los peatones, salvo los clientes que lleguen al negocio.

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La Opinión preguntó a los empleados que se encontraban este viernes en la mañana en el sitio por esta situación, pero respondieron que la dueña Ana María no se encontraba. A ella se le llamó en reiteradas oportunidades a su teléfono celular, pero nunca contestó, no obstante habérsele dejado mensaje para qué la buscábamos.

Al indagar en las dos curadurías de la ciudad sobre si habían expedido licencia para esta construcción, sus representantes dijeron que no, lo que quiere decir que lo que se hizo allí fue a voluntad de los propietarios del predio, ya que en Planeación tampoco reposa ninguna solicitud de permiso.

(La Secretaría de Gobierno hizo presencia ayer en el negocio para retirar cortinas, mesas y sillas que se encontraban sobre el andén.)

La subsecretaria de Gobierno, Sandra Roa, ratificó a La Opinión que el negocio no contaba con permisos de Curaduría, Planeación, Gobierno y Sanidad, esto último teniendo en cuenta que allí se manipulan y expenden alimentos al público.

Dijo también que lo que más asombra allí es que los propietarios del negocio intervinieron el andén completamente, sin dejar espacio para que los peatones se movilicen libremente, sin obstáculo, sobre todo los niños que estudian en el colegio Calasanz, quienes deben caminar por la calle en medio de los carros.

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Roa indicó que desde ayer en la tarde se ordenó el retiro de las cortinas, mesas y sillas que se encontraban en el espacio público.

En cuanto a la estructura de cemento y el piso que se puso en el espacio público, los administradores del negocio deben demolerlo a la mayor brevedad, para que se despeje complemente el andén.

Aunque el negocio no fue sellado de inmediato, sí se dio un compás de espera a los administradores para que reúnan los permisos que se requieren para funcionar acorde a la ley. “Esto lo hacemos acatando el debido proceso, pero si no cumplen se procederá al cierre definitivo”, dijo Roa.

La funcionaria recordó que esto mismo se ordenó a los propietarios del predio ubicado en la calle 18 con avenida 1E, donde se construía un restaurante sin permiso ni licencia en el espacio público.

(En el otro negocio que a principio de mes selló la alcaldía, también por invadir el andén, en la calle 18 con avenida 1E, aún no se procede con la demolición de la construcción.)

Esta orden, sin embargo, hasta ayer no se cumplía, dado que en el espacio público aún se mantiene en pie la estructura de hierro y el techo que se levantó sobre el andén.