En los 20 años de experiencia que acumula Sandro Javier Uribe Torres como maestro de matemáticas del colegio Sagrado Corazón de Jesús, ha aprendido que para los estudiantes esta materia es un dolor de cabeza. 

Ha descubierto que los estudiantes muestran mayor rechazo cuando escuchan la palabra álgebra. “Ese es el coco de las matemáticas”, bromea.

Y es que desde hace cinco años ha venido realizando una investigación en el colegio para lograr que los estudiantes asimilen este tema sin que sea un trauma, teniendo en cuenta que el álgebra es la base de muchos de los temas que tienen que ver durante el bachillerato.

De ese trabajo salió un texto que llamó Álgebra Fácil, que se ha convertido en la cartilla básica para los estudiantes de este colegio.

“Ya vamos en nuestra tercera edición, y cada vez le mejoramos algo. La idea es que los jóvenes aprendan trucos que les permitan desarrollar de manera más fácil los ejercicios que ellos consideran complicados”, explica Uribe.

Ahora, el gusto por la materia se ha hecho más visible. Gina Quintana, estudiante de undécimo grado, dice que a través de estas herramientas ha descubierto el amor por las matemáticas, que ahora las ha comenzado a ver como un desafío.

“Yo comienzo un ejercicio, y siempre quiero saber que sigue y, pues con lo que nos brinda el profe, lo hemos logrado”, señala emocionada la estudiante.

Y es que para este maestro santandereano de 47 años su gusto por los números llegó casi que ‘sin querer queriendo’, pues cuando se presentó para estudiar ingeniería civil, lo que le gustaba, en la universidad había mucha demanda, y cerraron la carrera por tres años, tiempo durante el cual estudió matemáticas, con la condición de que luego, cuando reabrieran la carrera le homologaran las materias vistas.

Finalmente, se graduó como ingeniero, pero su pasión por los números fue más fuerte y la enseñanza se convirtió en su pasión.  

El que sus estudiantes consideren provechosos sus consejos es una dosis de motivación para este maestro, que se ha caracterizado por diseñar métodos fáciles de aprendizaje.

Explica que no necesita de mucha reflexión para descubrir los tips para sus pupilos.

A veces, en las mismas clases, cuando ya tiene todo listo, descubre que se puede hacer otra cosa para acortar el tiempo recordación en los alumnos.

Momento de la innovación 

Pero este maestro quiso ir más allá. El año pasado hizo un diplomado en uso de las Tics, a través de la secretaría Tic del municipio, y de ahí saco la idea de llevar sus ejercicios a la web.  Además, como incentivo por el curso, recibió del Estado una tableta.

“Los estudiantes no siempre tienen a los maestros al lado; entonces, qué bueno que quede en internet y que el que quiera los consulte y repita cuantas veces necesite”, dice Uribe.

Así que abrió un canal en YouTube (Profe Sandrini Matemáticas) y comenzó su faceta como Youtuber, con éxito inesperado.

Una vez por semana, ocupa la sala de inglés del colegio, calcula que los vendedores ambulantes que promocionan sus productos por altoparlantes no le dañen la grabación y con la ayuda Rachel Salcedo, estudiante de undécimo grado, graba los videos, repletos de trucos y tips para ganar la batalla.

Los ejercicios no duran más de dos minutos, son prácticos y han sido reproducidos hasta 400 veces. 

Por ahora, solo hay claves para resolver ejercicios algebraicos, pero la idea es alimentar el canal con todas las claves matemáticas que le puedan hacer más fácil la vida a los estudiantes.