Brindarles un espacio de esparcimiento y asesoría a sus hijos y vecinos a la hora de hacer las tareas, hizo que cuatro madres de familia de Paz y Progreso sacaran cada tarde unas horas de su tiempo para abrir las puertas de la ludoteca y la biblioteca Renacer del Progreso.

El espacio fue habilitado en un rincón del salón comunitario por los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar, que luego de trabajar con la comunidad y establecer sus principales necesidades optaron por darles la mano con la iniciativa.

Como en el barrio no había una biblioteca cercana y en las casas carecían de libros y cuentos para resolver las tareas, los estudiantes buscaron un par de estanterías y recolectaron libros para la naciente biblioteca.

Con el ánimo de hacer llamativo este espacio consiguieron juegos de mesa para habilitar la ludoteca en este mismo espacio.

Las madres del barrio también aportaron su granito de arena en el naciente proyecto. Ellas donaron su tiempo para ayudar a los niños en sus consultas escolares. Cada semana María Vera, Luz Marina Mejía, Marisol López y Omaira Leal, se turnan para abrir la biblioteca.

“Queremos que el proyecto tenga continuidad, y por eso decidimos trabajar en equipo”, dijo Vera. “Cada cual está a cargo de la biblioteca un día a la semana y esto nos permite seguir con nuestras actividades cotidianas en la casa”.

Los niños son los más contentos con este nuevo espacio. Cuando no tienen tareas llegan a jugar o ha aprender manualidades con sus vecinas.

Vera resaltó el apoyo tenido por parte de los estudiantes universitarios y pidió ayuda a los cucuteños que tengan libros en su casa en desuso para que se los donen.

“Tenemos mucho espacio para más libros de consulta y obras literarias, y la cantidad de niños que vienen a diario a consulta es enorme”, dijo una de las bibliotecarias comunales.

Los interesadas en hacer alguna donación pueden llevarlos al salón comunal del barrio.