Los niños de Cúcuta se están quedando sin parques.

Gener Gómez, 12 años, y sus amigos solo tienen un polideportivo en Alfonso López y máquinas biosaludables. Los juegos infantiles los quitaron, por viejos. 

Aunque habían columpios, ruedas giratorias, toboganes y otras atracciones infantiles, los cuales añora, todas fueron cambiadas por máquinas para ejercitar pectorales, elípticas, y masajeadores para los adultos. 

Gómez, dice que con sus amigos anhela esos juegos infantiles tan divertidos, como la ruleta, o el balancín, donde todos tenían que sujetarse fuerte para no caer.

“También eran bacanos los pasamanos”, recuerda el pequeño. 

Para Patricia Alfonso, líder cívica de la comuna 10, a los niños les están quitando poco a poco los espacios de ciudad que tenían.

Señala que en algunos barrios de la comuna 10 los parques ya no son seguros y los han desplazado por la inseguridad y la venta de drogas. Incluso, las ventas ambulantes amenazan con apoderarse de los juegos.

La situación se repite en los barrios Tucunaré y La Victoria, donde la alcaldía  retiró los juegos para dárselos a los adultos, que ahora hacen ejercicio donde antes los niños jugaban.

En Tucunaré parte baja, vecinos denunciaron que el parque infantil fue desmantelado y guardado en una casa. La Opinión preguntó por los juegos, pero la mujer que los cuida solo explicó que se los fueron robando. 

Para Jazmín Torres, vecina de Trigal del Norte, ha sido equivocada la concepción que últimamente han tenido las alcaldías de los parques, porque estos espacios son la única atracción para los niños. 

“Es cierto que los biosaludables han sido muy buenos para los adultos, pero no sirven de nada a los niños”, dijo Torres. “Lo chistoso es que los niños se montan en los biosaludables y no dejan a los adultos”. 

Aunque otra queja es que restauranteros, ventas de comidas rápidas y pimpineros se adueñan de los parques, hay quienes defienden las actividades económicas en estos sitios como Orlando Núñez, director de la Corporación Parques de Niños de Ceiba II. 

Núñez dice que todos los parques deben tener un cuidador y esto se puede lograr mediante convenios con la alcaldía, como el que actualmente tiene su corporación en el parque de Ceiba II donde funciona una caseta que paga arriendo y con el dinero se reinvierte en el cuidado del escenario.

A Orlando Joves, secretario de Planeación Municipal, le duele la indolencia de la gente. Dijo que este año se invertirán $2 mil millones en los parques. 

*La Opinión