Las diferencias de enfoque metodológico interpersonal con el alcalde Jairo Yáñez motivaron la renucia irrovocable del secretario de Seguridad Ciudadana de Cúcuta, Sergio Martínez Medrano.

El funcionario solo estuvo en el cargo por espacio de dos meses y 24 días, lapso en el que alcanzó a descollar dentro de la comunidad con aceptación, por las estrategias de seguridad que trazó para hacer frente a la inseguridad, de manera especial contra el hurto y el homicidio.

El domingo, Martínez estuvo trabajando con el comandante de Policía Metropolitana, coronel José Luis Palomino,  en una serie de planes que se pusieron en marcha para contener el accionar de las bandas criminales. Estas operaciones habían empezado a dar resultados y se esperaba en próximos días la captura de líderes de estas estructuras criminales al servicio del narcotráfico, dijo Martínez.

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Sin embargo, las diferencias de enfoque metodológico de las que habla Martínez que tuvo con el alcalde Yáñez, le impidieron continuar en el cargo.

El funcionario se abstuvo de  revelar detalles de las diferencias con el alcalde.

Semanas atrás, Martínez había anunciado una arremetida frontal para acorralar a las bandas criminales que hacen presencia en la ciudad, así como el reacomodamiento los cuadrantes de policía para contener el hurto y el homicidio, dos de los delitos de mayor impacto este año en Cúcuta.

El ahora exsecretario de Seguridad estaba convencido también de que se estaba en mora de modernizar el parque automotor de la policía, a fin de que se hicieran más eficientes y eficaces las operaciones y la vigilancia.

La anterior secretaria de Seguridad, María Fernanda Fuentes, a diferencia de Martínez, que no se entendió con el alcalde, no logró mantener una relación de trabajo con  el comandante de Policía, coronel José Luis Palomino.