El presidente de la junta de acción comunal del barrio Santander, Jefferson Castellanos Silva, denunció que la inseguridad y la falta de transporte público tienen acorralados a los vecinos del sector.

En materia de seguridad, el dirigente comunal recordó que la demolición que hizo en 2016 la alcaldía de dos casas en ruinas en límites con el barrio Magdalena, en lugar de erradicar los problemas que se originaban con su presencia lo que hizo fue agudizarlos y hoy la convivencia está amenazada.

Dijo que el lote que quedó de las casas colinda con un canal de aguas lluvias, que ahora está convertido en guarida de habitantes de la calle y drogadictos.

Lo que preocupa de esta situación es la ausencia casi que total de vigilancia policial, lo que es aprovechado por estas personas para empezar a hurtar pertenencias de los vecinos, desde medidores de agua, sillas, motos, ropa y hasta mascotas. Lo que pedimos a la alcaldía y a la policía son soluciones inmediatas y de plano, dijo Castellanos.

Al hacer un conteo de los habitantes de la calle que merodean el barrio Santander, de día y de noche, el dirigente comunal dijo que se ha llegado a contar setenta, una cifra alta que requiere de tratamiento de las autoridades, porque se convirtió en un problema social que el barrio soporta desde hace dos años.

Denunció que a las familias les toca encerrarse en sus casas a las 6 de la tarde, para evitar ser robadas por desconocidos.

Lo que más preocupa a los vecinos de Santander es el consumo de sustancias sicoactivas en cercanías a las escuelas y los colegios del barrio. Se inyectan delante de los niños y dejan olvidadas la calle las jeringas que usan, dijo Castellanos, quién exigió a la alcaldía y a la Policía un consejo de seguridad en el sector para abordar estos problemas con la comunidad, ya que en la actualidad dos policías cubren más de 20.000 habitantes, ‘algo que no tiene sentido’.

En cuanto al servicio de transporte público, Castellanos denunció que desde el 6 de febrero de 2012 el barrio Santander no cuenta con servicio de bus urbano.

La empresa Transguasimales entregó las rutas de busetas alegando problemas de seguridad. En el barrio, a la gente le toca caminar entre 15 y 20 cuadras para abordar una buseta, dijo el dirigente comunal.

El secretario de Seguridad del municipio, Mauricio Franco, respondió a las quejas de Castellanos que el municipio tiene en marcha un plan con la policía tendiente a erradicar de plano estos problemas de seguridad que se denuncian.

Castellanos dijo que lo que se requiere son hechos, no promesas.