Una imagen que circuló el miércoles en redes sociales, donde se ven dos adultos mayores que presuntamente habían sido abandonados por sus familiares frente al Asilo Rudesindo Soto en el centro de Cúcuta, causó miles de reacciones  entre los cucuteños.

La publicación fue compartida cerca de 7.000 veces en Facebook,  y fue puesta en conocimiento de las autoridades locales.

Ese mismo día, el Departamento de Bienestar Social de la Alcaldía de Cúcuta se apersonó del caso, y los protagonistas de esta historia, María Balbaneda Marín de Quintero, 84 años, y José Jesús Quintero Escobar, 80 años,  fueron llevados al Centro de Protección del Adulto Mayor, en el anillo vial, sector occidental.

En este centro de atención del municipio ambos comparten techo con otros 125 adultos mayores que Bienestar Social ha rescatado de las calles.

Óscar Sandoval,  secretario de Bienestar Social, resaltó que en este centro de atención se alberga a los adultos mayores que han sido abandonados por sus familias o que han sido víctimas de maltrato, mientras se resuelve su situación. Allí reciben alojamiento, comidas, vestimenta, y algunos  se ocupan de la huerta casera.

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La historia de la pareja

Contrario a lo que se publicó en redes sociales, donde se afirmaba que un taxi dejó a la pareja frente al Rudesindo Soto, María Balbaneda relató que ella y su esposo llevan un par de días en Cúcuta. Vienen de Pelaya César.

Según la mujer, llegaron a la capital nortesantandereana buscando a una cuñada, sin embargo no lograron ubicarla por lo que empezaron a deambular por la ciudad. 

Sus cuidadores aseguran que la anciana podría padecer alzheimer, por lo que no recuerda con exactitud cuánto tiempo pasó en la calle.

Lo que sí tiene muy claro es que tanto ella como su esposo aguantaron hambre y estaban a punto de pasar la noche debajo de un árbol, cuando  un ‘ángel’, vino y les tendió la mano, dice al referirse a la Policía y a las personas que les permitieron estar en el albergue del municipio.

“Llegamos a un paraíso”, dijo con una gran sonrisa, mientras sujeta la mano de su esposo, aprovechando el tiempo de visita que tiene, pues el centro del adulto mayor está dividido en dos sedes, una para hombres y otra para mujeres.

El secretario de bienestar social explicó que esta pareja seguirá siendo atendida en el albergue mientras se ubica algún familiar. 

Sin embargo, el contrato de funcionamiento de este centro va hasta el 31 de diciembre, por lo que el nuevo alcalde, deberá priorizar este proyecto para que los 125 ancianos que actualmente viven allí puedan seguir en este lugar.

Hoy,  Sandoval se reunirá con el comité de empalme del alcalde electo Jairo Yáñez para ponerlo al tanto de la situación, y recalcar la importancia de la continuidad de este servicio.