Hasta la fecha los planes que se han puesto en marcha para combatir la informalidad no han dado resultado y la situación tiende a empeorar a raíz del aumento de inmigrantes en la ciudad.

La competencia es “desleal” en muchos casos, según algunos ambulantes, por los precios bajos que ofrecen los venezolanos y algunos productos del vecino país que han invadido el mercado cucuteño.

Este año las calles de Cúcuta recordaron a los pueblos árabes de antaño en donde los mercados informales se tomaban las calles y los buhoneros eran los líderes del mercado, mientras los burgueses no podían competir contra estos vendedores de ‘baratijas’.

Actualmente, en la zona de El Malecón se han instalado negocios improvisados que solo encuentran cabida en Navidad, como el caso de *Jair Sandoval, dueño de un tiro al blanco, quien alquila las pistolas de paintball a un amigo para montar un puesto durante estas fechas.

El informal manifestó que en la zona alrededor del árbol de Navidad y la atracción mecánica conocida como ‘ascensor’ le ha tocado alquilar el espacio por 50 mil pesos y pagar 3 mil pesos diarios por el servicio de luz. “Solo pagamos por el lugar los puestos fijos, porque los estacionarios no lo hacen”, explicó.

Sin embargo, Erwin Rodríguez, gerente de Infla Aventura Mágica, negó esta acusación asegurando que no le ha cobrado a ningún vendedor ambulante en la zona. 

“Primero no lo hacemos porque no nos corresponde, además tenemos un convenio que nos prohíbe subarrendar cualquier espacio, tenemos nuestras ventas identificadas y en el área del árbol la única responsabilidad que tenemos es cuidar la atracción mecánica”, indicó.

El gerente de la empresa agregó que si hay alguna persona cobrando por arrendar estos espacios, es una actividad ilegal que debe ser denunciada por los vendedores ante las autoridades.

Rodríguez también mencionó que las ventas informales no han afectado su negocio y que en el sector hay un mayor número de puestos este año.

Según los indicadores del Dane sobre el mercado laboral, en las 23 ciudades principales del país en el trimestre móvil septiembre-noviembre, Cúcuta tiene la segunda mayor tasa de desempleo con un 15,8%, solamente superada por Quibdó que registró un 17,6%.

En comparación al mismo periodo de tiempo de 2017, la tasa de ocupación disminuyó en tres puntos porcentuales pasando de 54,2 a 51,2.

Otro dato que cayó fue la tasa global de participación, que pasó de un 63,2% a 60,8%, mientras el número de ocupados disminuyó un 4% pasando de 359.000 a 344.000; el número de desocupados aumentó un 8% pasando de 60.000 a 65.000.

Las cifras demuestran que el trabajo informal es un paño de agua para contrarrestar el alto índice de desempleo, resultado de la crisis económica de este año.

Una tradición

Verónica Ríos lleva diez años bajando desde Bellavista en La Libertad a vender sus chuzos en los alrededores del alumbrado público navideño; desde las cuatro de la tarde empieza a montar su puesto, aunque aseguró que este año las ventas han estado “pésimas”.

“El año pasado alumbraron mejor y había mucha más gente visitando el lugar; este año nos prohibieron la venta de cerveza, eso ha afectado las ventas porque la gente quiere tomarse algo con la comida”, explicó Ríos.

La vendedora espera que en los últimos días del año la afluencia de gente aumente para no terminar la temporada con pérdidas.

Julio Miranda es fotógrafo aficionado, tiene 24 años y baja desde el barrio La Cabrera a trabajar en uno de los negocios menos rentables del alumbrado navideño.

En el separador frente a la calle 16, hay ocho fotógrafos que se “dividen los clientes”; según Miranda “hay para todos” y a pesar de que compiten contra los celulares, “el valor sentimental de la foto impresa” les asegura vender al menos cinco por noche.

Hasta enero estará instalada ‘la feria de la informalidad’ y la expectativa es que en 2019 vuelvan a ubicarse allí, mientras Cúcuta le da solución a su mayor flagelo, el desempleo.

Autoridades guardan silencio

Algunos vendedores informales aseguraron que al inicio se les exigió un permiso para trabajar en la zona, el cual tenía que ser emitido por la Secretaría de Gobierno.

Sin embargo, Blanca Caballero, dueña de un inflable para niños, dijo que en la Secretaría no están entregando dichos permisos, por lo que la actividad comercial se está ejerciendo sin requisitos de ningún tipo.

La Opinión contactó al secretario de Gobierno, Jimmy Cárdenas, quien solamente respondió que los ambulantes no tienen los respectivos permisos y que iba revisar el plan de operativos para confirmar si este sector está entre las zonas que serán intervenidas.

Según los vendedores consultados, la Policía está poniendo partes a quienes encuentra vendiendo alcohol, pero hasta la fecha no han desmontado ningún negocio en los alrededores.

Por otra parte, el exconcejal Carlos Jaimes había denunciado que el alumbrado navideño estaba siendo utilizado como anzuelo para pescar comparendos por la Policía de Tránsito. Con el silencio de las autoridades, diciembre se acabó y la feria se mantendrá hasta que lleguen los reyes magos.

*Nombre modificado a petición de la fuente